Este paso se está resaltando mucho en los materiales informativos que se están elaborando es muy importante para asegurar, no solamente el buen uso del producto en el cultivo, sino también adoptar las mejores medidas de protección por parte del usuario. Esto es porque en un producto fitosanitario, la etiqueta contiene al igual que en un fármaco en su prospecto, todas las indicaciones de uso y de prevención con las que las autoridades han permitido su comercialización.
Después de realizar el estudio consistente en entrevistas y observación de una muestra representativa de 200 pequeños y medianos agricultores en la zona del poniente almeriense donde abundan los invernaderos, se ha confirmado la buena noticia de que la mayoría de agricultores, un 77%, lee siempre la etiqueta del producto que ha de utilizar.
No obstante, además de la obvia oportunidad de mejora en este aspecto fundamental, se ha detectado también una costumbre que habrá que intentar modificar puesto que, del 23% que reconoce no leer esta información, un 73% declara no hacerlo porque ya conoce el producto y el resto porque lo utilizan bajo la prescripción o recomendación de un asesor técnico.
De aquellos que sí la leen, la mayoría declaran leer la información que más interés profesional tiene para ellos, es decir: aquella referente a la dosis, plazo de seguridad y los usos autorizados (enfermedad/cultivo).
Pero, desgraciadamente y aunque indican conocer que la etiqueta contienen esta información, la mayoría de los que la leen, un 88%, admite no leer la referente a que hacer en caso de intoxicación.
Dada la enorme cantidad de información y su naturaleza técnica, otra preocupación del proyecto era la legibilidad y comprensibilidad de sus contenidos. Sin embargo nos ha sorprendido gratamente confirmar que una gran mayoría de los entrevistados (93%) califican la etiqueta como bastante o muy comprensible.
Todo ello nos ha ayudado a otorgar la importancia que se merece la lectura de la etiqueta de productos, tema en el que insistiremos en todos los soportes posibles. Esta información también nos ha ayudado a diseñar los mensajes para insistir en la información que ahora sabemos no leen con tanto detenimiento y a ofrecer recomendaciones concretas en caso de intoxicación.
Aepla