Los agricultores retrasan la recolección de la cosecha de algarrobas por el hundimiento de las cotizaciones

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Los agricultores valencianos dedicados al cultivo de la algarroba han decidido retrasar al máximo las labores de recolección de la cosecha de este año debido al hundimiento generalizado de los precios con la esperanza de que éstos remonten el vuelo en algún momento, según constata la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). “La situación es desastrosa y tanto es así que no sólo se está retrasando la recolección, sino que muchos cultivadores se están planteando muy seriamente la opción de no recoger siquiera la algarroba.

Las cotizaciones que se ofrecen están por debajo de los costes de producción y así resulta imposible trabajar. Además, lo peor del caso es que la cosecha de esta campaña había sufrido un severo descenso como consecuencia de las heladas del pasado invierno, pero no siquiera esa reducción de la oferta ha servido para que repuntase el precio”, apunta el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.

Efectivamente, el cultivo de la algarroba experimentó hace algunos años un cierto auge en la Comunitat Valenciana como consecuencia de la revalorización del “garrofí”. Las industrias alimentarias usan el “garrofí” (la semilla de la algarroba que se encuentra en el interior de la vaina) como un espesante natural de gran calidad para la elaboración papillas, helados y otros artículos. Sin embargo, en los últimos tiempos las citadas industrias han venido sustituyendo el empleo del “garrofí” por una semilla procedente de China que cumple similares funciones y que a pesar de no tener tanta calidad se comercializa a precios sensiblemente más bajos.

Toda esta coyuntura de mercado ha ido empujando a los cultivadores de algarroba a una situación límite que está cristalizando esta campaña con toda su crudeza. Así, si hace cinco años la cotización del kilo de algarroba se situaba en 60 céntimos, durante el pasado ejercicio descendió hasta los 21 céntimos (-65%) y este año la caída en picado se ha concretado en torno a los 18 céntimos por kilo (-70%).

Sin embargo, la complicada situación de mercado que afrontan los agricultores que tienen campos de algarrobas es aprovechada por los delincuentes que han encontrado en la agricultura un terreno propicio para sus fechorías. AVA-ASAJA denuncia que bandas de ladrones perfectamente organizadas han desencadenado una oleada de robos en las explotaciones de algarrobas y han puesto en marcha todo un mercado negro en torno a este producto que se canaliza a través de una red de almacenes clandestinos.

AVA_ASAJA

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