Debería considerarse a los campesinos discapacitados primero como campesinos y después como personas discapacitadas. Este es el mensaje de la FAO con ocasión del Día Internacional de las Personas Discapacitadas, que se celebró el 3 de diciembre. Programas patrocinados por la FAO en dos países de Asia han demostrado que los campesinos y otros trabajadores rurales discapacitados pueden ser activos y autosuficientes, a la vez que proporcionan alimentos a sus familias y comunidades. «Al ver aplicarse a estas personas, no sólo en la producción de alimentos sino en sus tareas cotidianas, se advierte que sus capacidades, su energía y su ingenio son ilimitados», afirma Lawrence Jacobson, Coordinador de la FAO en cuestiones relativas a la invalidez. Desde 1999 la FAO coordina un curso de capacitación para el cultivo de hongos, dirigido a personas discapacitadas, en colaboración con la Dirección de Bienestar Público de Tailandia. En este curso se imparten los conocimientos básicos de la producción, elaboración y venta de hongos, así como la construcción de un criadero de hongos que proporcione la oscuridad y las condiciones de humedad necesarias para producir este cultivo. Estos conocimientos brindan a las personas discapacitadas la oportunidad de ganar un ingreso constante para ser autosuficientes. Hasta la fecha, unas 50 personas han concluido este curso de tres meses y hay planes de ampliar el programa a otros países cercanos de Asia.
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