Este es el mensaje lanzado con motivo del Día Mundial del Hábitat por la Asociación de Colaboración en materia de Bosques (CPF, por sus siglas en inglés), de la que la FAO es miembro.
Con un porcentaje cada vez mayor de la población mundial que vive hoy en ciudades y sus alrededores, el CPF ha solicitado a los países que presten más atención a la gestión y protección adecuada de los bosques urbanos y periurbanos.
Además de mejorar la calidad de los ambientes urbanos, los bosques en las ciudades pueden también mitigar los impactos de eventos meteorológicos graves, protegiendo a los edificios del fuerte viento y las inundaciones, ayudando a las ciudades a ahorrar energía, actuando como barrera y protección contra el viento fuerte y las inundaciones y ayudar a las ciudades a ahorrar energía actuando como colchón frente al tiempo caluroso.
«La aceleración del nivel de las perturbaciones de la naturaleza que afectan a las ciudades -como tormentas, sequías, inundaciones o corrimientos de tierras- nos recuerdan que es de extrema importancia tener capacidad de resistencia ante los desastres y que los árboles desempeñan un papel importante para proteger el ambiente de las ciudades«, señaló el Director Adjunto de la FAO para Bosques, Eduardo Rojas-Briales. «Las buenas practicas en la silvicultura urbana y periurbana -añadió- pueden contribuir a ciudades con resiliencia en el sentido de la mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático«.
Los bosques urbanos también mejoran el bienestar y las condiciones de salud de los ciudadanos ya que refrescan el ambiente, particularmente en las zonas áridas.
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