Esto supone unas pérdidas de 24 millones de euros debido a los altos niveles de sal en el agua de riego que han alcanzado hasta 5,3 gramos de sal por litro en meses como junio y julio, según ha explicado Manuel Cano, director-gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla (FAS). A esta situación se añade que los arroceros llevan por segundo año consecutivo sembrando la mitad de la superficie debido a otro problema añadido como la sequía. De las 36.600 hectáreas que se siembran habitualmente se han cultivo sólo 19.800 hectáreas. El 80% de las cuales se ha sembrado de grano índica o largo americano y el 20% restante de japónica o redondo.
La Federación de Arroceros de Sevilla (FAS) asegura que las pérdidas de producción en la marisma del Guadalquivir son “muy cuantiosas” y oscilan entre las parcelas que han perdido un 20% de la producción, (unos 1.700 kg/ha), hasta otras zonas más castigadas donde las pérdidas ascienden a 6.000 kilos por hectáreas, por lo que sólo han podido recolectar de 2.000 a 2.500 kg/ha.
La alta salinidad del agua de riego, especialmente en los meses de junio y julio, que han alcanzado los 5,3 gramos de sal por litro es la principal causante de que Sevilla pierda el ranking de primera provincia productora de arroz a nivel mundial en rendimientos, donde se han alcanzado en circunstancias normales de producción, cifras de 10.800 kg/ha. “Si comparamos una media de 6.000 kg/ha obtenidos esta campaña con la media de la producción de la campaña pasada, que fue de 8.661 kg/ha, o los 10.800 kg/ha alcanzados en campañas normales, las pérdidas son absolutamente desoladoras”, asegura Cano.
Paradójicamente a pesar de la pérdida del rendimiento, el arroz obtenido presenta una alta calidad industrial.
Estas son algunas de las cifras de una campaña de riego, calificada por el propio sector, como “desastrosa en cuanto a la calidad del agua”, donde destaca, sin embargo, “el esfuerzo por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para aportar agua al cultivo a pesar de la sequía y el esfuerzo de todos los regantes de la cuenca para sacar adelante nuestros cultivos”, añade Cano.
Estos datos revelan una pérdida de renta de sector arrocero más puntero de Europa en cuanto a producción, investigación, desarrollo, tecnología e innovación. “Es inadmisible que todavía no sepamos cuales han sido los factores que han influido en la dinámica del río Guadalquivir para que se produzcan unas pérdidas económicas de 24 millones de euros en una campaña repleta de padecimientos”.
A juicio de Cano es “intolerable que ningún organismo sepa dar explicaciones de lo que ha ocurrido en el estuario, justo un año después, -noviembre de 2007- de comenzar los comportamientos anómalos en el mismo, por lo que corremos el riesgo, que esta situación pueda repetirse en cualquier otro momento y para cualquier sector agrícola, ligado al río”.
Dada la indefensión que esta situación ha creado en el ánimo del sector, la Federación de Arroceros de Sevilla (FAS) va a acudir a los Tribunales por la vía civil o administrativa contra aquellos organismos que pudieran haber creado esta situación en el río, que ha aumentado el nivel de salinidad y de lodos, originando unos resultados nefastos que no puede soportar ningún sector económico.
“A pesar de esta desoladora situación, el sector demuestra sus ganas de superación, luchando activamente para que la reconversión del sistema de riego planteada por el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, sea una realidad de inmediata puesta en marcha”, explica Cano. Se trata de obras de un proyecto de modernización del riego de los arrozales, a través de la construcción de una serie de balsas y canales paralelos al río Guadalquivir, con los que traer agua dulce para el riego del cultivo y eliminar los problemas de salinidad ocasionados por la lucha permanente con el tapón salino. La obra se financiará con el 75% de la inversión de fondos comunitarios y el 25% restante por el sector productor a través del canon del riego durante 30 ó 40 años y se prevé invertir unos 200 millones de euros.
Además la FAS está llevando a cabo un proyecto de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i) denominado «Optimización de Recursos Nutricionales en la Producción Integrada de Arroz en Sevilla «RENUPIA» de forma conjunta con la Fundación Caja Rural del Sur, la empresa privada AGQ y la Universidad de Sevilla para determinar el umbral ideal en la aplicación de nitrógeno como alimentación de la propia planta de arroz. Los resultados permitirán al sector un mayor ahorro de costes económicos y un mayor respeto al medio ambiente.
La FAS ha emprendido otra línea de investigación con la Facultad de Telecomunicaciones de la Universidad de Alicante para la puesta a punto de un sistema de detección y diagnosis de enfermedades y plagas vía satélite TerraSAR-X mediante el empleo del espectro-electromagnético de microondas.
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