Estas dos últimas partidas han multiplicado por cinco su precio en los últimos 20 años, mientras que los precios de los productos agrarios en algunos casos han subido levemente, siempre en mucha menor medida que los costes, y en la mayoría de los casos, se mantienen en los mismos niveles de hace 20 años o incluso se han reducido, tal como ocurre con la pipa de girasol, que en 1991 se vendía a 0,51 euros/Kg y 20 años después su precio en origen está en 0,38 euros/Kg, o el trigo, cuyo precio actual es de 0,22 euros/Kg, sólo tres céntimos de euro más que en 1991, cuando si le aplicamos el incremento del IPC su precio debería haberse duplicado.
Esta doble presión está descapitalizando a los agricultores y ganaderos y ha provocado que en los últimos 10 años se hayan abandonado más de 25.000 explotaciones sólo en Andalucía.
El problema de los precios en origen no es nuevo, y desde ASAJA-Sevilla hemos demandado al Ministerio de Agricultura, tanto en la legislatura anterior como en la presente, una Ley que impida el abuso de posición dominante de intermediarios y grandes superficies y que tenga en cuenta los costes reales de producción, Ley que en estos momentos está en fase de borrador.
Sin embargo, los suministradores de fertilizantes y energía eléctrica son intocables. Estas empresas cuentan con una legislación que les protege y les ampara. Así a los primeros, a los productores y distribuidores de fertilizantes, se les permite mantener un mercado cautivo al encarecer la entrada de fertilizantes de terceros países. Los elevados derechos arancelarios que se les imponen a Argelia, Rusia, Ucrania, Bielorrusia propician esta situación de oligopolio que lleva a que nueve empresas dominen el 75% de la producción comunitaria.
Por otra parte, los suministradores nacionales justifican subidas de precios muy importantes por el incremento de los precios del petróleo y sus derivados, “casualmente” estas subidas coinciden con los momentos de mayor demanda agraria y cuando es muy difícil buscar alternativas con otros suministradores. Sin embargo, en las últimas semanas, la crisis económica mundial y el fin del invierno en el hemisferio norte han provocado una reducción de la demanda de petróleo y de sus derivados y en consecuencia de los precios del barril de crudo y del gas natural. Esta reducción del precio no se ha trasladado a los fertilizantes nitrogenados que se comercializan en España, que continúan entorno a los 500 euros/tn., precios superiores a los del mercado internacional.
Asaja Sevilla
No estoy totalmente de acuerdo,actualmente hay en el mercado productos como el FERTIGAR ,y algunos similares que cumplen a la perfeccion, estan homologados y su precio es bastante menos de la mitad lo que demuestra que se puede fertilizar a menos costo