Ante la petición del Gobierno brasileño de deponer los trabajos de demarcación, los jefes del pueblo Deni reafirmaron ayer su deseo de continuar con la demarcación física de los bordes de sus territorios para preservarlos de la tala ilegal. Tres ONGs brasileñas, incluida Greenpeace, que han estado realizando un apoyo logístico (transporte, comunicaciones y alimentación), han declarado que continuarán con su apoyo a los Deni.
El último viernes, 17 días después de que los Deni comenzaran la demarcación de su territorio en la Amazonía, 1000 kilómetros al suroeste de Manaus, Greenpeace recibió una carta de la FUNAI, la Agencia del Gobierno Federal para Asuntos Indígenas, ordenando la inmediata suspensión de la demarcación de las tierras Deni hasta que el Ministro de Justicia ponga formalmente en conocimiento de los Deni la propiedad de sus tierras
"Hemos estado esperando desde 1985 que el Gobierno empezara la demarcación de nuestras tierras. Ellos no han mantenido sus promesas, así que nosotros lo estamos haciendo por ellos. ¿Porque nos piden que paremos ahora?” ha comentado el jefe Deni Biruvisaid a la tripulación del barco de Greenpeace Artic Sunrise a través de un teléfono por satélite desde las tierras Deni. El Arctic Sunrise está en la región para denunciar el impacto de la tala ilegal y la actividad forestal destructiva en la selva Amazónica.
El coordinador del proyecto Amazónico, Paulo Adario, ha señalado: "El Gobierno brasileño debe estar muy desconcertado por la valiente acción de los Deni de comenzar la demarcación de sus territorios. Ahora han pedido al Gobierno que firme la declaración de legalidad de la demarcación realizada por los Deni, para formalizar la protección de sus tierras y salvaguardarlas de la tala ilegal”
Localizado entre los ríos Cuniua y Xerua (tributarios a su vez de los ríos Purus y Jurua, en el Estado de Amazonas), las tierras Deni están bajo la amenaza de la compañía maderera malaya WTK, que compró cerca de 313,000 hectáreas de bosque. Más del 50% de esta área se superpone con los territorios Deni. En Brasil es ilegal talar en territorios indígenas.
En mayo de 1999, Greenpeace informó por primera vez a los Deni de que sus tierras habían sido compradas por WTK, durante una expedición de esta organización ecologista internacional para investigar la tala ilegal en la región. Los Deni no tenían conocimiento de esta venta y los planes de explotación forestal. Por eso, los Deni pidieron a Greenpeace que les ayudaran con el proceso de demarcación. Greenpeace está trabajando estrechamente con CIMI y OPAN, organizaciones con experiencia en temas indígenas amazónicos, para apoyar el trabajo de demarcación. Tras conversaciones con Greenpeace, la empresa maderera WTK acordó que respetarían el proceso de demarcación.
Un equipo de expertos brasileños y 12 voluntarios de Greenpeace están apoyando logísticamente a los Deni durante el proceso de demarcación. Voluntarios de Brasil, Chile, Reino Unido, Holanda, Suecia, España, Grecia, Alemania, Austria, Estados Unidos y China han estado mandando diariamente informes a las páginas web de Greenpeace y concediendo entrevistas desde la selva, para poner en conocimiento que el Gobierno de Brasil debe apoyar este proceso para proteger las tierras Deni. Una vez que la demarcación de los territorios haya sido reconocida, permitirá que la explotación forestal y otras actividades destructivas no puedan afectar a estas tierras.
De acuerdo con la organización CIMI, es el Ministro de Justicia, no los Deni, quien está equivocado: "Por ley, el Ministerio estaba obligado a firmar un decreto, rechazando la petición o requiriendo información adicional a la FUNAI antes del 21 de agosto. Pero no han hecho nada. El Gobierno ha olvidado el mandato constitucional para la demarcación de todos los territorios indígenas desde 1985” declaró Chico Loebenz, de CIMI. De acuerdo con Loebenz, sería un duro golpe moral para los Deni si el Gobierno les impide la protección de sus tierras. "El Gobierno debería ir allí y ayudarles, en lugar de destruir sus sueños de ser dueños de sus territorios” señaló.
Este proyecto es parte de la campaña de Greenpeace para proteger los últimos bosques primarios del mundo. Más del 80% de los bosques primarios del planeta han sido degradados o destruidos, y solo el 20% restante permanece intacto hasta ahora.
Greenpeace