Nota de ASAJA
El pasado 13 de marzo, martes, a las 20:30 horas, ASAJA Membrilla celebró una asamblea dedicada a las posibilidades que los cultivos energéticos pueden ofrecer a los agricultores ciudadrealeños, como un apoyo más a muchas explotaciones agrícolas que actualmente ven peligrar su viabilidad y su futuro.
El desarrollo de los biocarburantes como combustibles alternativos a los derivados del petróleo es una prioridad política para la Unión Europea –sobre todo para España-, y tiene su origen en el denominado Protocolo de Kioto, con el que se pretendía reducir sensiblemente la emisión de gases efecto invernadero. Para ello, la UE ha aprobado diversas normativas para incentivar el uso de biocombustibles, entre las que destaca la Directiva 2003/30/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, con la que se fomenta la utilización de los biocarburantes en el sector del transporte, y se fija un porcentaje del consumo de energía alternativa, debiendo ser éste en 2010 de un 5,75%.
La asamblea contó con la participación de Agustín Miranda -gerente de ASAJA CR-, Ángel Bellón –presidente de la Organización en Membrilla-, Joaquín Gaitán –responsable del Dpto. de Compras de Cereales de Ecoagrícola-, Antonio Arroyo –alcalde de la localidad-, y Alfonso Muñoz –de Cereales Luna-.
Más de 200 agricultores de la zona quisieron asistir a esta asamblea, al tratarse de un tema de especial relevancia, puesto que los biocombustibles pueden redundar en ayudas que compensen la inestabilidad económica de muchas explotaciones agrícolas de nuestra provincia.
En la actualidad, la Administración abona una cantidad de 45 euros por hectárea de cultivos energéticos –dentro de las ayudas correspondientes a la PAC-, como forma de incentivar esta actividad. Por este motivo y precisamente en las fechas en las que nos encontramos, durante la jornada se informó a los interesados de la importancia de seguir una serie de pasos: primero, destinar a biocombustibles cultivos de secano fundamentalmente; segundo, establecer los contratos oportunos con las empresas especializadas en la fabricación de biocarburantes –en el caso concreto de nuestra provincia, existen dos empresas que recogen cereal para convertirlo en etanol, una en Membrilla y otra en Valdepeñas-, a fin de asegurar la producción; y tercero, contar con la documentación necesaria para acceder a las ayudas destinadas a los productores de cultivos energéticos, puesto que la Administración exige que todos los datos vayan incluidos en la solicitud de la PAC.
La mecánica es la siguiente, a través de estos contratos, la empresa se compromete a comprar una cantidad del producto del agricultor, y abonarle el importe correspondiente 180 días después de la recepción, aunque el productor podría hacer efectivo este abono en alrededor de 15 días tras la entrega a través de su banco o caja.
No obstante y a pesar de las ventajas que los ecocarburantes pueden suponer para el colectivo agrícola, Ángel Bellón, presidente de ASAJA Membrilla, quiso recalcar a los presentes que el cultivo de productos energéticos no es la solución a la actual situación de la agricultura castellano-manchega, sino más bien una alternativa al destino de los cultivos existentes.
ASAJA