Los expertos denuncian que se está vendiendo almendra procedente de California como española

California es la gran dominadora del mercado con un 85% del comercio mundial y las previsiones apuntan a que este año alcanzará una producción de 500.000 millones de toneladas de almendra en grano, frente a unos 40 millones de toneladas en España. Tradicionalmente, pese a que California cuenta con una producción varias veces superior a la española, el mercado ha pagado más cara nuestra almendra por su excelente calidad.

Sin embargo, la tendencia se está invirtiendo peligrosamente en los últimos tiempos ya que California ha iniciado una agresiva estrategia comercial con un doble objetivo: conquistar nuevos mercados y elevar la cotización de sus productos. El mantenimiento de esta situación podría derivar en el abandono de explotaciones que ya no serían rentables. En este sentido, productores, cooperativistas y comerciales han hecho hincapié en la necesidad de aumentar el control de las importaciones procedentes de países terceros, por lo que apuestan por solicitar al Gobierno de la Nación que presione al más alto nivel comunitario para lograr este objetivo.

Por otra parte, ha quedado patente la necesidad de acometer en el sector de frutos secos un plan de reconversión similar al llevado a cabo en fruta dulce, al objeto de incrementar los rendimientos por hectárea y mejorar el acceso a los mercados. Los especialistas reunidos en Vélez-Blanco también han coincidido en destacar el desorden de la oferta en origen nacional, por lo que apuestan por las ventajas de contar con una denominación de origen o marca de calidad ‘Almendra de España’, que confiera homogeneidad a nuestra oferta y la distinga del resto.

En cuanto a la producción ecológica, el Seminario de COAG ha contado con la experiencia de varias cooperativas españolas que trabajan desde hace años esta línea de producción. Así, la agricultura ecológica podría ser el futuro de los frutos secos ya que su grado de implantación en almendro es ya importante y los precios que perciben los productores en la actualidad son un 30% mayores con respecto a los cultivos convencionales.

Finalmente, COAG ha recogido las numerosas quejas de los productores sobre el seguro de almendra (cuenta con un nivel de aseguramiento muy bajo, en torno al 4%) y las trasladará a la Entidad Estatal de Seguros Agrarios, ENESA. Las coberturas de la actual póliza son escasas y, en caso de siniestros por inclemencias climatológicas, como ha sido el caso este año, el seguro no responde como debiera y los agricultores quedan desamparados.

COAG

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