Los ganaderos continúan en una lamentable situación de abandono y de crisis. Los responsables de velar por la sanidad animal no han estado a la altura de las circunstancias, y lejos de paliar los daños morales, económicos y sociales, han abandonado al sector ganadero al que incluso se llegó a criminalizar. COAG exige que los Presupuestos Generales del Estado aporten fondos extraordinarios para financiar los gastos derivados de la retirada de los materiales específicos de riesgo y para realizar una adecuada reordenación del vacuno de carne. Aunque es prioritario que el Ministerio ponga en marcha las ayudas ya aprobadas, cuyo plazo finaliza el próximo jueves, 15 de noviembre.
Los ganaderos españoles han perdido más de 140.000 millones de pesetas, y el final de la crisis se ve lejos. A estos costes se deben añadir otros gastos derivados, entre ellos la retirada de los materiales específicos de riesgo (MER), que ascienden a más de 17.000 millones (102,17 millones de euros), o el coste «absurdo» de los certificados veterinarios, que suponen entre 3.000 y 5.000 pesetas cada uno.
Frente a estas pérdidas, el Gobierno del estado español sólo ha dispuesto 14.000 millones de pesetas en concepto de ayudas, insuficientes para paliar las pérdidas generadas por la crisis que han permitido.
Datos estadísticos sobre consumo de carne durante el primer semestre del año 2001, vuelven a demostrar la profunda crisis que soporta la carne de vacuno. Se aprecia un descenso en el consumo de un 28%, durante los tres primeros meses del año el descenso fue de un 36%, con respecto a las mismas fechas del año 2000. La caída a global del año ronda el 20 %.
Otro hecho muy relevante ha sido y es el incremento del precio de la carne al consumidor (hecho denunciado por COAG). Es de difícil comprensión que en una época de crisis donde desciende notablemente la demanda, los precios de esta carne en vez de bajar se incrementen al consumidor. Esto demuestra que algún componente en la cadena se esta beneficiando de esta situación, en perjuicio de los ganaderos.
COAG, después de un año de lucha por la supervivencia del sector vacuno, no le ha quedado otra alternativa que poner una reclamación de responsabilidad de las instituciones europeas por la crisis del sector bovino generado por la Encefalopatía Espongiforme Bovina. Dicha Reclamación será elevará al Tribunal de Justicia de Luxemburgo en fechas muy próximas. De esta manera, se está exigiendo responsabilidades al Consejo y a la Comisión de la Unión Europea, ya que esta no actuó de la forma más adecuada en el periodo 90-96, que fue cuando se propagó la enfermedad al resto de Estado Miembros de la Unión.
COAG