La organización agraria manifestó que las empresas de distribución española «desarrollan una estrategia encaminada a mantener a toda costa sus márgenes y para lograr tal objetivo no dudan en presionar a los mataderos para que ajusten sus costes, una circunstancia que termina traduciéndose en una bajada del precio final que percibe el productor».
En este sentido, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, destacó que «no se puede consentir que sea siempre el sector primario el que baile con la más fea», y lamentó que, «al ser el último eslabón de la cadena, el productor se encuentra en una situación de debilidad de la que se aprovechan sin recato el resto de los agentes que intervienen en el proceso».
Aguado añadió que «la cruda realidad a la que se enfrentan en estos momentos los ganaderos valencianos se materializa en un hundimiento de las cotizaciones del 11 por ciento respecto al año pasado». Así, el kilo de cerdo se paga en la actualidad a 1,04 euros, lo que significa que «muchos ganaderos ya producen bajo coste», señaló Aguado.
A su juicio, «esta coyuntura resulta especialmente adversa porque se está produciendo en un período tradicionalmente favorable» porque «el verano y la llegada de turistas se suele traducir en una subida de la demanda, lo que repercute al alza en los precios». Sin embargo, «este año, la habitual caída en las cotizaciones que acompaña la finalización del verano ha llegado con mucha antelación debido a las estrategias que vienen aplicando las grandes cadenas».
El presidente de AVA-Asaja apuntó que «en actividades como la ganadería, donde los costes productivos y la rentabilidad se encuentran tan ajustados, cualquier oscilación a la baja, por pequeña que pueda parecer, puede tener consecuencias dramáticas».
Así, advirtió de que «la situación puede volverse insostenible porque las cotizaciones actuales llegan después de la dura crisis de 2007 y 2008, que supuso el cierre del 30 por ciento de las granjas y de la que, ahora, los productores comenzaban a recuperarse».
Europa Press