Los ganaderos reclaman mayor flexibilidad de movimientos para evitar la ruina de sus explotaciones

La solución más importante pasa por permitir el traslado de animales de explotaciones, independientemente de su calificación, a cebaderos no calificados

Los ganaderos se sienten acorralados en sus explotaciones. Ese es el sentimiento que se palpa en la provincia tras más de seis meses de rigurosos controles sanitarios derivados de la vacunación por brucelosis. El principal problema, y más grave, que han denunciado los miembros de la sectorial de vacuno de ASAJA Salamanca es la restricción de movimientos que está llevando a la ruina más absoluta a un gran número de explotaciones no calificadas sin posibilidad de trasladar sus animales a cebaderos no calificados.

ASAJA Salamanca denuncia los graves perjuicios económicos que ha provocado la política discriminatoria del Gobierno con el desacoplamiento parcial de las ayudas. En el caso del vacuno de la provincia, la situación actual es especialmente vergonzosa por cuanto los ganaderos no sólo se están viendo afectados por una rigurosa e injustificada restricción de movimientos a cebaderos no calificados sino que además el acoplamiento total de la vaca nodriza y el desacoplamiento al 100% de la prima de de bovino macho ha desquilibrado notablemente la balanza a favor de sus socios catalanes del tripartito. Una discriminación, que el propio director general de Ganadería del MAPA, Carlos Escribano, reconoció el pasado 29 de mayo en Salamanca al advertir a los ganaderos la imperiosa necesidad de adaptar sus negocios a la demanda de terneros teniendo en cuenta, según sus propias palabras, el inevitable abandono de la vaca nodriza a consecuencia del acoplamiento total.

Ante tal situación, los productores de vacuno de carne exigen a la Administración un trato igualitario en política ganadera al mismo tiempo que recuerdan al director general de Ganadería del MAPA que asuma el compromiso, manifestado en su última visita a Salamanca, de buscar el acercamiento y el entendimiento con la Junta de Castilla y León para facilitar un valor real de mercado a las reses sacrificadas por brucelosis.

Por último, pero no menos importante, ASAJA Salamanca exige una mayor flexibilidad de movimientos hacia cebaderos no calificados para evitar un doble frente: la ruina de cabaña ganadera de la provincia y el creciente malestar de los productores de esta organización

ASAJA SALAMANCA

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