La organización ecologista Greenpeace ha iniciado una campaña de denuncia y descrédito de los Organimos Modificados Genéticamente (OMG); para ello se apoya en supuestas contaminaciones que les lleva a la peregrina conclusión de la incopatibilidad de los OMG con la agricultura tradicional y ecológica.
Al AGPME nos consta y así lo corroboran los trabajos y experiencias de institutos de investigación independientes, entidades oficiales y universidades en todo el mundo, que la fórmula de la Coexistencia con un protocolo de trabajo según normas que hoy son recomendaciones que siguen los agricultores y que se aplicarán con carácter oficial cuando se publique el Real Decreto de Coexistencia, permite con toda garantía el desarrollo de la agricultura convencional, transgénica y ecológica.
En todo el mundo son más de 90 millones de Hectáreas las dedicadas a los OMG y casi 8 millones de agricultores que las cultivan. En España la experiencia es de 8 campañas de cultivo de maíz OMG, sin incidencias reseñables, con cerca de 60.000 Has. de las que prácticamente el 50% se hacen en Aragón.
Se da la circunstancia de que la única planta transgénica que está autorizado su cultivo en la UE, es el maíz, que siendo originaria de América no tiene plantas de su familia botánica en Europa, por lo que el cruzamiento de polen con otras plantas o la contaminación como dice Greenpeace, es imposible.
El AGPME denuncia la desinformación a que estas campañas someten a la sociedad en general y particularmente a los consumidores y se insta desde esta asociación profesional de maiceros, a defender la aplicación de la biotecnología en el sector agrario como medio de subsistencia en la agricultura dado que los OMG conllevan una mayor productividad, garantía sanitaria y valores medioambientales que la sociedad aprecia y exige a los profesionales del campo.
Desde el AGPME se exige también a los movimientos ecologistas más rigor y a las autoridades que tomen como referencia para sus decisiones los argumentos científicos y serios , no se decida por el efecto mediático de campañas puntuales, que buscan casi siempre objetivos ajenos al sector al que se le limita y cercena su futuro
FAS