La investigación clasifica a los países del G8 según nueve indicadores cuantitativos, como la comparación de las tendencias de las emisiones desde 1990 y los progresos del país hacia el objetivo de Kioto. También puntúa los progresos en tres áreas políticas específicas: eficiencia energética, energías renovables y desarrollo del mercado de CO2.
Regine Günther, Directora del Programa de Cambio Climático de WWF/Adena en Alemania, explicó: “El estudio muestra que ninguno de los países industrializados líderes se encuentran en el camino de realizar las reducciones de emisiones requeridas para mantener el clima por debajo de los 2º de calentamiento. Nos quedan entre 10 y 15 años para disminuir drásticamente las emisiones. El tiempo se nos acaba”.
El Dr. Joachim Faber, miembro de la Junta Directiva de Allianz SE, puntualizó: “Los países del G8 tienen la responsabilidad de encabezar la carrera contra el cambio climático. Deben ser los pioneros en mostrar el camino para dirigir al mundo hacia una economía baja en CO2 y basada en las energías limpias”.
Allianz SE ha apoyado esta investigación para lograr un mayor conocimiento de los avances en el ámbito de las inversiones y en el panorama regulatorio, así como de las oportunidades de desarrollo de nuevos productos de seguro y fondos de inversión en sus diferentes mercados.
El Dr. Faber añadió: “La protección del clima puede ofrecer grandes oportunidades para las tecnologías limpias, donde Allianz SE ve un enorme potencial para la inversión, el crecimiento y el empleo. Para desarrollar este potencial, la promoción de un mercado global de CO2 resulta particularmente importante”.
El informe recomienda a los líderes en la Cumbre del G8 de la semana próxima en Japón que se comprometan a cumplir un objetivo vinculante de reducción de emisiones a largo plazo: de un 80% para 2050, y lo más cercano posible a un 40% para 2020.
WWF/Adena ha desarrollado la Scorecard correspondiente a España para poder compararla con los países del G8. Según Heikki Willstedt, Experto en Energía y Cambio Climático de la organización, el resultado es que: “Si España se incluyera en la comparativa se colocaría en sexto lugar, muy penalizada por sus emisiones actuales pero con buenas perspectivas para mejorar. Esto se lograría mediante medidas de ahorro energético y sustituyendo las energías convencionales por fuentes renovables, sector en el que España es líder mundial.” “En nuestro país hay suficiente potencial y conocimientos para hacerlo, sólo hay que aprobar los marcos políticos que lo permitan”, subrayó.
Regine Günther afirmó: “El mundo se encuentra en una encrucijada en la que las acciones decisivas del presente se pueden traducir en éxitos económicos. Esperamos que la presidencia japonesa de la Cumbre de Hokkaido comprometa a los países del G8 a objetivos de reducción de emisiones significativas y vinculantes. El G8 debería aportar apoyo financiero y tecnológico al desarrollo bajo en CO2 y a la adaptación de los países en vías de desarrollo, apoyo que resulte medible, documentable y verificable”.
Resumen de países y conclusiones:
Acorde con lass del Clima del G8, Reino Unido encabeza la carrera, ligeramente, por delante de Francia y Alemania, pero los tres países se encuentran aún hacia la mitad del camino que ya deberían haber recorrido.
Según las proyecciones, el Reino Unido alcanzará su objetivo de Kioto. Está introduciendo políticas innovadoras como la ley de cambio climático. Está poniendo un gran interés en el mercado de emisiones, pero hace muy poco para acelerar el uso de energías renovables y promover la eficiencia energética. Además, la proporción del carbón en el mix energético está creciendo actualmente, lo que aumenta las emisiones.
Francia se ubica en segundo lugar de acuerdo con sus objetivos actuales, su desempeño y su posicionamiento internacional, pero se muestra débil para conseguir sus objetivos en un futuro próximo. Por tanto, este país corre el riesgo de perder su posición relativamente alta en las Scorecards del año próximo.
Alemania es la mejor en cuanto a energías renovables, tiene un marco regulador referencia a nivel mundial. También ha aprobado una nueva legislación sobre eficiencia energética y políticas sobre el clima. Pero no ha tomado una posición clara sobre las centrales de carbón. Según el informe, existe una tendencia negativa en la planificación de las empresas eléctricas a basar su crecimiento futuro en centrales de carbón y lignito.
Italia se sitúa en cuarto lugar. Ha comenzado a realizar ciertos esfuerzos para enfrentarse al cambio climático y se beneficia de haber seguido políticas importantes de la UE. No obstante, se han puesto en práctica muy pocas medidas nacionales específicas y sus emisiones están muy por encima de su objetivo de Kioto. Su comportamiento es bastante bueno respecto a la eficiencia energética.
Japón está en quinta posición. Está aumentando sus emisiones y se encuentra muy lejos de su objetivo de Kioto. El gobierno está aún pendiente de anunciar algún objetivo de reducción a medio plazo. Es el segundo en cuanto a compra de derechos de emisiones a causa del uso muy extendido del Mecanismo de Desarrollo Limpio en países en vías de desarrollo, pero el país carece de medidas obligatorias nacionales como el comercio de emisiones.
Muy atrás, se encuentra Rusia, que ha perdido su ventaja de partida por menores emisiones. Durante los últimos ocho años, sus emisiones han aumentado de nuevo. Rusia sólo ha planificado unas pocas políticas nacionales y no ha puesto en práctica ninguna. El reciente anuncio de medidas gubernamentales para la eficiencia energética podría mejorar la posición del país en las próximas Scorecards.
En la cola de la clasificación, se encuentran Canadá y EEUU que ocupan los puestos siete y ocho, respectivamente. No representa ninguna sorpresa, dadas sus emisiones imparablemente crecientes y la intensidad energética de sus economías, así como su fracaso en hacer realidad el enorme potencial de mejorar la eficiencia energética que tienen. Pero existen esperanzas. La legislación estadounidense para poner techo a las emisiones parece inminente y las empresas se preparan para un nuevo mercado que puede extenderse por todo Norteamérica. Aunque el gobierno federal no se ha mostrado partidario de las políticas climáticas, las iniciativas subnacionales podrían elevar el listón para las próximas Scorecards
Las presentes Scorecards analizaron también las políticas climáticas y energéticas de cinco economías emergentes: Brasil, China, India, Méjico y Sudáfrica. Países que no pueden ser medidos con los mismos baremos que los países industrializados y, por lo cual, no forman parte de la clasificación. Las Scorecards ponen de manifiesto grandes diferencias entre ellos, en cuanto a desarrollo, mix energético y emisiones resultantes. Una cuestión clave es cómo los países industrializados pueden ayudar a estos cinco países a realizar el cambio a un desarrollo bajo en emisiones.
Para poder comparar España con los países del G8, WWF/Adena ha desarrollado el scorecard para nuestro país, según el cual estaríamos situados por detrás de Japón en el sexto lugar. Los principales problemas para España son: la gran distancia actual al objetivo de Kioto, fruto de años de falta de toma de medidas para la reducción de emisiones, las políticas de transporte que favorecen la utilización de combustibles fósiles y las escasas medidas de fomento del ahorro energético. Como aspecto positivo, cabe mencionar el desarrollo de las energías renovables, en el que España es un país líder tanto en desarrollo industrial como tecnológico.
WWF/Adena