Por este motivo los países con menos recursos serán cada día más dependientes de los mercados mundiales para su seguridad alimentaria, y por lo tanto más vulnerables a las fluctuaciones de los precios en esos mercados, según el informe Perspectivas Agrícolas 2006-2015 OCDE-FAO. Para mejorar la capacidad de producción doméstica en esos países, se necesitan mayores inversiones en educación, formación y desarrollo de las infraestructuras.
El informe señala que Brasil, India y China cuentan cada día con mayor peso a la hora de decidir el futuro del comercio agrícola mundial. En los países en desarrollo en general, el aumento de los ingresos y el proceso imparable de la urbanización están cambiando la dieta de la población. Ello conlleva en particular una mayor demanda de importaciones de carne y de alimentos procesados, pero también del pienso animal necesario para producirlos.
Cambian la producción y las exportaciones
Las nuevas oportunidades de mercado para algunos países en desarrollo van parejas con cambios en la producción y en las exportaciones de productos agrícolas, desde los países OCDE hacia otras economías en desarrollo. Se espera que esta tendencia se incremente durante los próximos 10 años y como resultado, la competencia a nivel mundial entre exportadores se endurecerá, según el informe.
Los grandes exportadores tradicionales de trigo: Argentina, Australia, Canadá, la Unión Europea y EE.UU. mantendrán su posición dominante, pero la producción de Ucrania y Kazajstán supone cada día una competencia mayor. Estados Unidos continuará siendo el mayor exportador de trigo durante los próximos años, pero su cuota de mercado descenderá. Una tendencia similar se mantendrá para otros mercados de productos agrícolas, con un rápido crecimiento de las exportaciones, en particular de los países latinoamericanos.
El informe considera que las producciones medias de trigo y cereales secundarios como el maíz subirán alrededor del 1 por ciento anual a nivel mundial entre 2006 y 2015. La producción de trigo en 2015 se espera sea un 13 por ciento mayor que en 2005. Los cereales secundarios crecerán un 18 por ciento en el mismo período, siempre según las previsiones.
Aumenta la producción de bioenergía
En un contexto de precios elevados de la energía, se espera que crezca la producción de bioenergía obtenida de cereales secundarios y otros tipos de cereales, semillas oleaginosas y azúcar, resultando en una mayor demanda para estos productos. Gran parte de este aumento en la demanda de cereales secundarios será para producir biodiesel que sirva como sustituto a los combustibles derivados del petróleo.
Los mercados internacionales de carne continuarán creciendo a medio plazo, pero seguirán siendo vulnerables a las epidemias de enfermedades animales en países productores importantes. La posible aparición de nuevos brotes de BSE (mal de las “vacas locas”), fiebre aftosa o gripe aviar pondrá en dificultades a los mercados y afectará a las pautas comerciales existentes. De ahí la necesidad de una mayor atención y cooperación a nivel internacional.
El crecimiento incesante de la productividad y el aumento de la competencia en el comercio internacional deberían compensar la creciente demanda, y los precios de los productos agrícolas a nivel mundial, ajustados a la inflación, se espera básicamente que continúen su descenso a largo plazo –aunque lentamente- hacia 2015.
FAO