El estudio, que fue encargado y financiado por la Asociación para la reducción mundial de la quema de gas (GGFR, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, fue realizado por científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Las estimaciones de quema de gas, que se realizaron para 60 países o regiones en todo el mundo, revelan que la quema de gas mundial se mantuvo considerablemente estable en los últimos 12 años, en el rango de 150.000 a 170.000 millones de metros cúbicos.
Según los datos satelitales, en 2006 las empresas y los países productores de petróleo quemaron alrededor de 170.000 millones de metros cúbicos de gas natural en todo el mundo, o cerca de cinco billones de pies cúbicos. Eso equivale al 27% del consumo total de gas natural de Estados Unidos y al 5,5% de la producción mundial total de gas natural en ese año. Si el gas se hubiera vendido en Estados Unidos en vez de quemarse, el valor total en el mercado estadounidense habría sido de aproximadamente US$40.000 millones. La quema de gas también emite alrededor de 400 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Según Bent Svensson, director de la Asociación de GGFR del Banco,“La quema de gas no sólo perjudica al medio ambiente al contribuir al calentamiento global, sino que es un enorme desperdicio de una fuente de energía más limpia que podría utilizarse para generar la electricidad que tanto se necesita en los países pobres de todo el mundo. Sólo en África se queman alrededor de 40.000 millones de metros cúbicos de gas cada año que, de ser utilizados, podrían generar la mitad de la electricidad que se necesita en el continente”.
La quema de gas se utiliza frecuentemente para eliminar el gas natural que se libera durante la extracción y el procesamiento de petróleo crudo cuando estas actividades se llevan a cabo en áreas remotas, lejos de posibles usuarios, donde a menudo no existe infraestructura in situ para utilizar el gas. Sin embargo, en los últimos años, están realizándose nuevos esfuerzos para eliminar la quema, como reinyectar el gas en el yacimiento para facilitar la extracción de petróleo crudo, convertirlo en gas natural licuado que puede ser transportado, enviarlo a los mercados por medio de gasoductos o utilizarlo in situ para la generación de electricidad.
Christopher Elvidge, científico del Centro Nacional de Datos Geofísicos (NGDC, por sus siglas en inglés) de la NOAA y autor principal del estudio, sostiene que:“Este estudio demuestra que es posible supervisar la quema de gas desde el espacio y realizar estimaciones razonables e independientes del volumen que se desperdicia. En el pasado, la única forma de medir la quema de gas era usando estimaciones oficiales, pero ahora eso ha cambiado. Estas cifras independientes probablemente ayudarán a gobiernos y empresas por igual a tener una mejor idea de la cantidad de gas que queman”.
Dado que éste es el primer estudio de quema de gas que utiliza observaciones satelitales, los científicos advierten que estos resultados preliminares deberían utilizarse con cautela, ya que aún existen diversas fuentes de error e incertidumbre, como las variaciones en la eficiencia del sistema de quema, la identificación errónea de la quema, el muestreo discontinuo y los efectos ambientales.
De acuerdo con las observaciones satelitales, 22 países aumentaron su quema de gas en los últimos 12 años. Algunos de ellos son: Arabia Saudita, Azerbaiyán, Chad, China, Filipinas, Ghana, Guinea Ecuatorial, Irak, Kazajstán, Kirguistán, Mauritania, Myanmar, Omán, Papua Nueva Guinea, Qatar, Rusia (con excepción de la región de Khanty-Mansiysk ), Sudáfrica, Sudán, Tailandia, Turkmenistán, Uzbekistán y Yemen.
Por otro lado, las observaciones satelitales revelan que 16 países redujeron su quema de gas entre 1995 y 2006, entre ellos Argelia, Argentina, Bolivia, Camerún, Chile, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos (extraterritorial), India, Indonesia, Libia, Nigeria, el Mar del Norte, Noruega, Perú y Siria.
Por último, nueve países mantuvieron una quema de gas considerablemente estable en el período de 12 años. Entre ellos se encuentran Australia, Ecuador, Gabón, Irán, Khanty-Mansiysk (Federación Rusa), Kuwait, Malasia, Rumania y Trinidad y Tabago.
Los autores utilizaron datos de imágenes de luz baja del Programa de Satélite Meteorológico de Defensa de la Fuerza Aérea de Estados Unidos para analizar los volúmenes de gas quemado, que son visibles en las observaciones de luces nocturnas cuando el cielo se encuentra despejado de nubes. Los sensores satelitales que existen actualmente y que se construirán seguirán brindando datos adecuados para estimar los volúmenes de quema de gas durante décadas. La Asociación de GGFR también fomenta el control in situ para ayudar a medir los cambios de los volúmenes de quema de gas e informar sobre los avances en la reducción de la quema.
Banco Mundial