Los productores de leche podrán recibir ayudas comunitarias sin necesidad de firmar un contrato tipo homologado con la industria, tal y como solicitaba COAG en el recurso interpuesto ante la Audiencia Nacional sobre el Real Decreto de aplicación de pagos directos a la agricultura y la ganadería.
Esta organización recurrió el pasado mes de noviembre el REAL DECRETO 1612/ 2008, de 3 de octubre, sobre aplicación de pagos directos a los agricultores y ganaderos, ya que infringía la normativa de la UE al vincular la concesión de ayudas adicionales comunitarias al sector lácteo a la obligatoriedad de suscribir un contrato tipo homologado entre la industria y los productores.
El citado Real Decreto establecía que el pago adicional se concedería a los agricultores con explotaciones de ganado vacuno de leche, o la agrupación a la que pertenecen, que “tengan suscrito para el año correspondiente a la solicitud única, un contrato tipo de suministro de leche de vaca homologado“. Sin embargo, el artículo 69 del Reglamento comunitario prevé la obligatoriedad por parte de los Estados Miembros de la realización de un pago adicional anual a los tipos específicos de actividades agrarias que sean importantes para la protección o la mejora del medio ambiente, calidad y comercialización, entre las que se encuentra el vacuno de leche, sin ningún tipo de mención a condicionamientos de contratos con industrias. Tal la eliminación de ese condicionante, tal y como publica el BOE del 9 de abril, COAG ha retirado el recurso interpuesto.
La liberalización del mercado, telón de fondo de una grave crisis
A nivel comunitario, el aumento lineal de las cuotas lácteas del 2%, más el 1% anual hasta 2103 que recoge la reforma de la PAC aprobada en noviembre de 2008, se ha traducido en precios de la leche en el campo por debajo de los costes, ya que, como ha ocurrido en España, los países con más cuota (caso de Francia que produce más leche que la que consume) inundan al resto con sus excedentes a bajo precio. La eliminación de las cuotas de producción, prevista para 2015, supondrá la puntilla para nuestros ganaderos de leche.
A nivel estatal, el contrato homologado para la leche de vaca impulsado por el Ministerio de Medio Rural y firmado por todas las organizaciones, menos COAG, ha sido instrumentalizado por las industrias en beneficio propio. COAG ya avisó en su momento de que, un contrato tipo sin precios, sería utilizado por la industria para mantener su posición dominante. “Es de sentido común y de lógica aplastante: sin una negociación colectiva de los precios un ganadero solo no puede negociar en términos de igualdad con la todopoderosa industria”, ha puntualizado Gaspar Anabitarte, responsable del sector lácteo de COAG.
Para mantener un sector lácteo fuerte y sostenible, los Gobiernos deberían apostar por un sistema de regulación de mercados que garantice el equilibrio y la estabilidad, en donde la capacidad productiva se adecue al consumo comunitario y tanto en origen como en destino podamos hablar de precios dignos y razonables. Todo ello, dentro de una adecuada redistribución de las cuotas de producción lácteas para conseguir el mayor número de explotaciones lácteas viables.
COAG