Ha tenido que ser una vez más la Asociación Nacional de Productores de Vacuno de Carne (ASOPROVAC) quien, en representación de más de 3.000 ganaderos españoles, utilice los cauces públicos legales para exigir que se llegue al fondo de este asunto y se depuren responsabilidades.
No olvidemos que lo que el corredor de Pinto ha puesto en conocimiento de los medios de comunicación -que no nos consta haya denunciando ante las autoridades competentes-, es un hecho constitutivo de delito contra la salud pública y penado en nuestro país con penas de prisión de hasta cuatro años, multa e inhabilitación especial para ejercer la profesión de hasta diez años.
Por ello, a comienzos de octubre, ASOPROVAC se dirigió por escrito al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) y a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) para exigirles que se iniciase inmediatamente de oficio una investigación para determinar el origen de la carne que supuestamente contenía residuos de la sustancia detectada al ciclista en el control antidopaje.
En dicho escrito ASOPROVAC solicita que se utilizasen los medios que nos brinda el sistema de trazabilidad implementado para el vacuno de carne en toda la Unión Europea. Además, una vez concluida dicha investigación la Asociación pedía a dichas autoridades “que se depurasen las responsabilidades a que hubiere lugar, incluso penales, con traslado incluido de este escrito al Ministerio Fiscal”.
Y es que a juicio de ASOPROVAC son las autoridades públicas las que deberían abanderar la lucha por hacer prevalecer la verdad y que no se vea afectada el trabajo de todo el sector ganadero -más de 150.000 familias en España viven directamente de la producción de vacuno– , el cual se encuentra totalmente comprometido con el cumplimiento de la exigente normativa comunitaria en materia de calidad y seguridad alimentaria.
Sin embargo, y dado que no nos consta que desde el mes de agosto, cuando ocurrieron los hechos relatados por el ciclista, éste haya interpuesto denuncia formal alguna ante las instituciones públicas -única vía para dar inicio a las investigaciones oficiales pertinentes que aclaren definitivamente este asunto- ha sido de nuevo la propia Asociación, en nombre de sus más de 3.000 representados, la que ha decidido poner esta misma semana el caso en manos del Ministerio Fiscal.
Estos hechos demuestran que efectivamente son los propios ganaderos de vacuno los más interesados -si no los únicos- en aclarar realmente un caso que ha sido turbio desde sus mismos inicios, tratando de evitar así nuevas especulaciones y planteamientos absurdos sin ningún fundamento que pudieran afectar a la imagen del vacuno de carne español.
ASOPROVAC espera colaborar con dichas denuncias a que de verdad se ponga fin a un caso en el que, por desgracia, el vacuno de carne se ha visto involucrado y su imagen dañada de forma gratuita y sin aportar, hasta el momento, prueba alguna.
ASOPROVAC reitera que:
El vacuno de carne europeo, y por tanto español, cuenta con un sistema de trazabilidad total que permite conocer todas y cada una de las empresas y operadores implicados en la producción, sacrificio y comercialización de sus productos y por tanto exigirles responsabilidades si las hubiere.
Que el empleo fraudulento y la puesta en el mercado de sustancias prohibidas como el clembuterol están contempladas en nuestro código penal como hechos constitutivos de delito contra la salud pública y penados, por tanto, con penas de prisión de hasta cuatro años, multa e inhabilitación especial para ejercer la profesión de hasta diez años.
Por ello, ASOPROVAC insta de nuevo al deportista a que, si es que realmente está interesado en llegar al fondo de este asunto, denuncie por la vía legal -y no solo por la mediática- los hechos que relata acerca de su positivo a clembuterol en los controles antidopaje del pasado Tour de Francia.
Asoprovac