La Denominación de Origen es una indicación geográfica que protege los nombres de los productos regionales. La ley, que data de 1992, asegura que sólo los productos originarios de una región determinada puedan comercializarse bajo la Denominación de Origen que les corresponda. El propósito es proteger la reputación de los alimentos o bebidas regionales y evitar que exista en el mercado una competencia desleal con productos no genuinos que tengan una calidad inferior o un sabor diferente.
Entre los productos más populares que pueden tener la D.O. se encuentran los aceites, como el aceite de oliva virgen extra con Denominación de Origen Sierra de Cazorla, los productos lácteos como el queso Idiazabal, el queso gallego Arzua-Ulloa o el queso de Cabrales, también vinos como el Ribera del Duero, arroces y legumbres como el arroz de Calasparra o la judía del ganxet y embutidos como el jamón o el tradicional fuet de Vic, entre otros.
Una respuesta a «Los productos con Denominación de Origen»