Los servicios del Plan Coordinado contra la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EBB) en Andalucía han retirado y destruido hasta la fecha un total de 988 cadáveres y restos de reses. Asimismo, desde que se puso en marcha el plan el pasado 1 de enero se han tomado un total de 652 muestras que han sido enviadas al laboratorio de Algete (Madrid) para su análisis. Estas muestras han dado resultados negativos, salvo 12 muestras que quedan aún por analizar .
Concretamente, en la provincia de Sevilla se están inspeccionando un total de 63 reses vivas localizadas en los municipios de Utrera (34), Los Palacios (20), Dos Hermanas (5) y Lebrija (4). En concreto, las explotaciones en las que se han encontrado estas reses carecen de registro y autorización para el ganado, que no posee, a su vez, ningún sistema de indentificación que acredite su procedencia. Estas explotaciones han sido inmovilizadas por el momento y cuentan con un plazo de dos días para probar la indentidad de los animales. En caso contrario, se procederá a la destrucción de los mismos, tal como establece el Real Decreto 1980 de 18 de septiembre 1998.
Por otra parte, en una finca ubicada en el municipio de Puebla de Cazalla donde el ganadero declaró que habían fallecido en torno a 45 eralas por inanición, se ha procedido a la retirada de 8 reses muertas para su posterior destrucción, una vez que las condiciones climáticas lo han permitido. En estos momentos, se están realizando las labores de inspección al resto de los cadáveres encontrados, que presentan un avanzado estado de descomposición.
El dispositivo de recogida de cadáveres se lleva a cabo en Andalucía en colaboración con el Seprona, que presta especial atención a la detección de animales fallecidos, así como con las Corporaciones locales para que la policía municipal participe en el objetivo común de localización y notificación de reses muertas. En defintiva, estas actuaciones ponen de manifiesto el normal funcionamiento del dispositivo.
Por último, la Consejería de Agricultura y Pesca recuerda que los ganaderos, según el Real Decreto 1911/2000, tienen la obligación de comunicar a las administraciones competentes el fallecimiento de reses o la presencia de cadáveres en las explotaciones, para proceder a su retirada y posterior destrucción. Para ello, los ganaderos tienen a su disposición las Oficinas Comarcales Agrarias, que están en perfecta coordinación con el dispositivo veterinario de la Junta de Andalucía que permanece en alerta las 24 horas del día.
Respecto a las harinas de carnes y sangre, la pasada semana se inició una nueva retirada de 1.433 toneladas que se suman a las 1.353,16 toneladas retiradas hasta el pasado 31 de diciembre, descongestionando así los almacenes de las industrias harineras.
GABINETE DE PRENSA