Cargados de vitaminas, minerales, fibra y sabor en una mayor proporción que los naturales, los tomates deshidratados son la versión concentrada de esta fruta. El tomate natural tiene un contenido de agua del 93% por lo que se necesita al menos dos kilos de tomates para hacer 100g de tomate deshidratado.
Una manera de reconstituir tomates deshidratados es llenar una taza vinagre de vino blanco y sumergir cada tomate antes de colocarlo en un contenedor que tenga una tapa hermética. Esto prevendrá el crecimiento de moho y eliminará bacterias. Una vez tengas ya los tomates colocados en el recipiente añade aceite de oliva hasta cubrirlos y cerrarlos con la tapa; los tomates estarán listos en 24 horas. Puedes conservarlos en la nevera hasta dos semanas.
Prominsur, empresa especializada en la deshidratación de frutas y hortalizas elabora tomates deshidratados en un horno especial que quita el agua muy lentamente y con temperaturas bajas para evitar perdidas de vitaminas y otros nutrientes.
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