Luz verde a las propuestas de ASAJA Castilla-la Mancha sobre la aplicación de la OCM del vino

Los esfuerzos realizados por la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha no han sido en vano. Tras un largo período de incertidumbre, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM) y la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural han hecho realidad que el viticultor reciba 700 euros por hectárea en la ayuda para el alcohol de uso de boca.

Se termina así con una etapa de inseguridad y de paralización del mercado. El sector puede volver a trabajar con la garantía de esos 700 euros por hectárea para el periodo transitorio en función de la cantidad de uva que entregue cada viticultor a una bodega o cooperativa y que destine a destilación, al menos, el 90% del vino de referencia destilado en el periodo histórico.

En este sentido, ASAJA C-LM confía también en que el MARM modifique otras medidas que refleja el proyecto del Real Decreto como los aspectos relativos a la promoción en los mercados de terceros países, ya que reconoce que es una medida importante, pero desconfía de que se pueda gastar en el primer año de aplicación todo el presupuesto fijado teniendo en cuenta que las bodegas han de poner el 50 por ciento de la cantidad presupuestaria destinada a tal fin.


En materia de reestructuración y reconversión de viñedos, la Organización Agraria considera que es necesario aclarar la salida comercial que se dará en esta región antes de presupuestar dicha reestructuración. Esta medida, debería seguir la línea que la Comisión Europea plantea, es decir, lo que el mercado demande. Por tanto, la salida presupuestaria elaborada por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino en el borrador del Real Decreto, no tiene justificación en opinión de esta Organización Agraria. Es imprescindible conocer las necesidades que demanda el mercado puesto que la reestructuración no debe de utilizarse para renovar viñedos que hayan llegado al final de su ciclo productivo según las directrices que marca la Unión Europea.


Ahora es turno de la Consejería de Agricultura de abrir la ventanilla para que el sector vitivinícola pueda trabajar en un clima de normalidad y no de incertidumbre. Garantizar la renta del agricultor y la seguridad del mercado es la mejor opción para conseguir que, de una vez por todas, se reconozca al viticultor como sector estratégico de Castilla-La Mancha y, por tanto, sea tratado como tal.

ASAJA

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