El Plan Nacional de Ordenación y Fomento del Sector Equino Español será la base para la puesta en marcha de una política integrada para el conjunto del equino, con la que se fomentará el despegue de esta producción ganadera, tanto en áreas como el ocio o el deporte, como en lo relacionado con la actividad empresarial, la agricultura, el medio ambiente, el empleo, o la política de ordenación del territorio, hasta conseguir su equiparación en importancia social y económica, con la conseguida en otros países de nuestro entorno.
Este Plan Nacional, además de promover la integración de la producción equina en las políticas ganaderas, mediante instrumentos utilizados ya en otros sectores como el análisis, la ordenación o la promoción, impulsará la expansión de esta producción desde la óptica de la nueva PAC, potenciando simultáneamente la ampliación del actual mercado de utilidades del equino.
Estos objetivos están presentes en los cuatro Programas que componen el Plan, cuyo coste se prevé ascienda a 35,8 millones de euros (5957 millones de pesetas), y cuyo cometido se centra en la ordenación zootécnica y sanitaria del sector, en su fomento y desarrollo, en la conservación y mejora de las razas, y en el apoyo a actuaciones complementarias.
Los programas del Plan Nacional
El programa de ordenación zootécnica y sanitaria, previsto en el Plan Nacional de Ordenación y Fomento del Equino, será un instrumento que permitirá dotar a la producción de équidos de un marco normativo básico para el ejercicio de la actividad, para lo que se creará un Registro General de Explotaciones Equinas, y un sistema de identificación y registro de los animales, de forma que se puedan aplicar programas de control de movimientos y de trazabilidad, tanto para los equinos como para las carnes, sistemas que ya se han implantado en otras producciones ganaderas como el vacuno, el porcino, o la producción láctea.
Igualmente se establecerá una normativa relativa al ejercicio de la actividad y a las condiciones higiénico-sanitarias de las explotaciones, estando prevista la puesta en marcha de un plan de seguimiento sanitario equino que comprenda medidas de vigilancia, control, prevención y lucha contra las enfermedades de estos animales, prestando especial atención a las cuestiones sanitarias que puedan constituir barreras para las exportaciones.
El segundo de los Programas, destinado al fomento y desarrollo del sector, permitirá la expansión de esta producción ganadera y el incremento de su competitividad, mediante acciones que incentivarán la producción de caballos, para lo que se planteará la concesión de ayudas que incluirán subvenciones para la adquisición de animales o la mejora de la base genética de los rebaños existentes.
Este Programa incluye también actuaciones para la modernización de las explotaciones, e incentivos para el desarrollo del turismo ecuestre, con apoyo para la adquisición de animales, o la adaptación de instalaciones con esta finalidad, así como medidas para desarrollar el comercio exterior, tanto en su vertiente deportiva como de animales de abasto.
Otro de los Programas incluidos en el Plan, y sobre el que ya se ha estado trabajando durante los dos últimos años, es el de la ordenación y mejora de nuestras trazas, habiéndose regulado ya el régimen jurídico de los Libros Genealógicos, las Asociaciones de Criadores, y las características zootécnicas de las distintas razas equinas, así como las normas correspondientes a las razas Hispano Árabe, Pura Raza Español, Anglo-Árabe, y Caballo de Deporte Español.
Tras haberse llevado a cabo también la constitución de la Comisión General de los Libros Genealógicos, quedan por regular los reglamentos para las pruebas de control de los rendimientos, cuya normativa está a punto de publicarse.
Nuevas alternativas para el mercado del caballo
El fomento de otras actividades complementarias, objetivo del cuarto Programa del Plan Nacional, englobará tanto medidas divulgativas como formativas relacionadas con el uso tradicional del caballo, así como con nuevas alternativas que se quieren incentivar.
Para ello, además de acometer actuaciones destinadas a impulsar la presencia del caballo y del turismo ecuestre en ferias y certámenes, se pretende ampliar los conocimientos sobre estos animales entre los más jóvenes, estando prevista la suscripción de convenios con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, para promocionar la práctica de la equitación en la enseñanza primaria y secundaria.
Paralelamente se estudiarán las posibilidades terapéuticas del uso del caballo en el campo de la hipoterapia, mediante convenios con organismos y fundaciones de investigación en relación con las discapacidades físicas y psíquicas.
El Programa también contempla la necesidad de mano de obra especializada, por lo que se incluirán acciones formativas como un curso especializado en materia de turismo ecuestre, que se impartirá en la escuela de Capacitación Agraria del MAPA, con la finalidad de formar a empresarios de turismo rural, habiéndose también proyectado la suscripción de un convenio de colaboración con Universidades, para propiciar el desarrollo de ciclos de postgrado que permitan incrementar la oferta de profesionales especializados en la empresa equina en general.
Las medidas de carácter divulgativo y promocional incluirán también campañas de información sobre la carne de caballo, nutritiva y con menos grasa que otras especies, como alternativa de consumo sana y saludable.
Todas estas actuaciones se complementarán con un seguimiento estadístico del sector, similar al efectuado con otras producciones ganaderas, con la recopilación de datos sobre censo, producciones, precios, mercado exterior o estructuras de costes, que permitirán en todo momento tomar las decisiones sectoriales necesarias.
Conclusiones del estudio sobre el sector equino
El diseño de las actuaciones previstas en el Plan Nacional de Ordenación y Fomento del Equino en España, ha partido de las conclusiones de un exhaustivo estudio sobre el sector, realizado por el MAPA durante el pasado año por medio de consultas, visitas y más de 4500 encuestas, que ha revelado las principales necesidades en aspectos como el seguimiento estadístico, la cría y selección de razas puras, las actividades deportivas o la producción de carne.
Se ha podido así detectar un aumento de la población caballar en los últimos años, estimándose en 424.00 el número actual de equinos, de los cuales el 31 por ciento pertenecen a razas puras nacionales y autonómicas.
También se ha estudiado la ubicación de los animales, localizándose las tres cuartas partes de las explotaciones en las Comunidades Autónomas de Galicia, Andalucía, Castilla-León, Extremadura y Asturias, donde se agrupan dos tercios de la cabaña equina nacional.
La recopilación de datos ha demostrado, sin embargo, que la dimensión media de estas explotaciones es pequeña, lo que conlleva condicionantes de tipo económico, Así, en 1999, aproximadamente le 63 por ciento de las explotaciones tenía una superficie de entre 2 y 20 Hectáreas, alojando el 54 por ciento de los animales.
En el marco de las actividades relacionadas con el uso del caballo, se ha constatado su importancia en el deporte, practicándose numerosas disciplinas ecuestres, tres de las cuales tienen la categoría de Olímpicas, siendo un dato significativo la tendencia constante al alza del número de Licencias Deportivas Nacionales para la práctica de la equitación.
Pero junto a la actividad deportiva, se ha podido comprobar la importancia del uso del caballo en el ámbito del turismo rural, habiéndose localizado 295 centros dedicados al turismo ecuestre, aunque la actividad de estos centros hípicos es aún difícil de calificar.
Se trata, en cualquier caso, de una actividad en plena expansión, que genera un a cantidad de negocio considerable, y cuyo futuro será potenciado por el Plan Nacional que hoy se ha presentado.
Además de las posibilidades que ofrecen las actividades y servicios vinculados al mundo del caballo, como la alimentación, la asistencia veterinaria, el transporte, los seguros, la vestimenta para jinetes o los complementos para el caballo, existe un mercado con grandes posibilidades como es la producción equina de carne que, con una cantidad anual estabilizada entre las 5000 y las 7000 toneladas, se encuentra aún muy por debajo de las producciones de otros países europeos, que como en Italia, ascendió a 51000 toneladas en 2002.
La excelente calidad, sin embargo, de la carne de potro, con un valor nutritivo similar al vacuno, pero con menos grasa que otras especies ganaderas, ha motivado que algunas distribuidoras estén empezando a gestionar marcas específicas.
En el marco internacional, el sector equino español precisa del apoyo que le brindará el Plan Nacional de Ordenación y Fomento, para conseguir que el sector del caballo se convierta, al igual que en Francia, Reino Unido o Alemania, en un importante generador de actividades económicas, con una destacada contribución al PIB nacional.
En materia de comercio exterior, el análisis de los datos globales de exportaciones a la Unión Europea, arroja un balance positivo tanto en animales vivos como en carne, si bien en el mercado con terceros países, el comercio existente es casi exclusivo de animales vivos, exportándose principalmente a países como Estados Unidos, Emiratos Arabes o México.
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