Pese a que la construcción, continúa siendo la actividad en las que se registra un mayor número de accidentes laborales, el sector agrario no ha estado exento del incremento consignado en los últimos años en el índice de siniestralidad laboral, por lo que la Junta de Andalucía valora de forma positiva que el sector, puntero en Andalucía, se esfuerce en contribuir a reducir la tasa de siniestralidad. Uno de los principales objetivos, según ha manifestado la Directora de Seguridad y Salud Laboral de la Consejería de Empleo, es fomentar la cultura preventiva, de manera que se puedan sentar las bases para la mejora de las condiciones de vida del trabajador.
La generalización de la cultura preventiva encuentra obstáculos, no obstante, en fenómenos como la inmigración, cada vez más extendida en el campo andaluz. Según la Directora General, los trabajadores extranjeros presentan carencias en materia de prevención, al tiempo que la barrera idiomática les impide integrarse en esta cultura. El Plan General de Medidas Preventivas diseñado por la Junta de Andalucía dedica una especial atención a sector agrario, y de cara al próximo año, prevé fomentar programas de acción en este sector, especialmente en las provincias andaluzas en las que se registran mayores índices de siniestralidad: Almería, Huelva y Jaén.
Por su parte, José González Delgado, Decano del Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía, ha destacado que la mayor parte de los accidentes laborales que se producen en el sector agrario cuentan con el “agravante de la soledad”, es decir, la dificultad de encontrar auxilio al desarrollarse la actividad agraria, por lo general, en tierras poco transitadas. Según los datos que maneja el Colegio, el 70% de los accidentes laborales se registran en la fase de producción agrícola, aunque no hay que olvidar que las industrias agroalimentarias registran igualmente un alto porcentaje de siniestralidad, cuyas causas están más relacionadas con las propias del proceso industrial
Las principales causas de los accidentes
Hoy por hoy, la mayor parte de los accidentes laborales en el sector agrario vienen propiciados por el manejo de maquinaria agrícola y la exposición a productos fitosanitarios.
La investigación en torno a la siniestralidad laboral en el ámbito agrario revela, además, que existen causas específicas de siniestralidad en este sector, tipificadas y menos frecuentes que en otros, como las caídas de personas, pisadas sobre objetos, atrapamientos por vuelco, incendios y los accidentes causados por seres vivos.
Los agentes materiales involucrados con mayor frecuencia en los accidentes son los tractores, causa de atrapamientos y caídas de personas, así como los cultivos vegetales, que provocan igualmente caídas de personas, golpes y caídas de objetos en manipulación. De hecho, la formación más demandada por parte del sector agrario es la relativa al manejo de maquinaria y aperos, seguida de la relacionada con el empleo de productos químicos para cultivos y el ganado, la utilización de tractores, prendas de protección, herramientas, molinos y prensas y escaleras.
En lo relativo a los productos fitosanitarios, AEPLA (Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas) considera que a menudo se tienen creencias erróneas y se asumen riesgos innecesarios para la salud al no utilizar las correctas medidas preventivas, como el lavado inmediato de las manos y la utilización adecuada de los equipos de protección personal.
El conocimiento de estos riesgos, que destacan especialmente en la producción agraria y ganadera, y el diagnóstico de la situación, puede contribuir a sentar las bases de una eficaz política de prevención.
Redacción