Bajo el lema "Cultivar profesionalismo, recoger crecimiento”, Marruecos lanzó el pasado 25 de octubre una licitación internacional para el arrendamiento de algo más de 56.500 hectáreas de sus tierras agrícolas. Se trata de espacios dedicados principalmente al cultivo de cereales, viñas, cítricos, olivares y al pastoreo, y que hasta ahora gestionaban dos organismos públicos, la Sociedad de Desarrollo Agrícola (SODEA) y la Sociedad de Gestión de las Tierras Agrícolas (SOGETA). Más adelante, en una segunda fase, el Estado marroquí pondrá en el mercado otras 34.000 hectáreas.
“No se trata de una venta, sino de un régimen de partenariado público/privado con la forma de alquiler de larga duración que permita amortizar ampliamente el capital invertido”, explica el presidente de SODEA, Ahmed Hajjaji. La duración del arrendamiento será de 40 años para cultivos de árboles frutales, viñedos, olivares o infraestructuras agroindustriales, y de 17 años para cultivos de cosecha anual o proyectos de ganadería. En ambos casos, los periodos serán renovables.
En la licitación, el principal criterio para la concesión de los arrendamientos será la inversión, seguido de la creación de empleo y la coherencia del proyecto. En cuanto al precio, sólo se exigirá que sea al menos el de mercado menos un 20%, entre los 1.500 dirhams (139 euros) por hectárea para las de regadío y 4.000 dirhams (371 euros) por hectárea para las fincas de cítricos. Esta cantidad se incrementará un 10% cada cinco años. Al menos hasta 2010, todos los agricultores están exentos de la obligación de tributar.
Según el calendario previsto, el depósito de candidaturas podrá efectuarse hasta el 21 de febrero de 2005. El 21 de junio de ese mismo año se harán públicos los resultados de la licitación y un mes después se formalizarán los contratos de arrendamiento con el Estado marroquí.
El Gobierno marroquí ha activado una página web (www.agripartenariat.ma) con información detallada al respecto.
Una decisión novedosa
¿Por qué es tan importante esta licitación si sólo afecta al 1,5 por ciento del total de la superficie agrícola útil de Marruecos? Por dos aspectos: su novedad y su interés para los agricultores españoles.
Es la primera vez que Marruecos se decide a abrir su potencial agrícola a la inversión extranjera. Y además lo hace sin ningún tipo de distinciones: podrá optar al alquiler de las tierras toda persona física o jurídica, sea marroquí o extranjera, en igualdad de condiciones. Aunque en algunos foros se planteó que los nacionales debían tener preferencia -lo que además iría contra las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), a la que pertenece Marruecos-, el ministro marroquí de Agricultura, Mohamed Laenser, ha dejado claro que los inversores marroquíes candidatos no gozarán de "ninguna ventaja" con respecto a los extranjeros. Si bien la licitación está abierta a inversores de cualquier nacionalidad, el propio ministro Laenser invitó especialmente a españoles, franceses e italianos. Lógico, si tenemos en cuenta que los cultivos a ambos lados del Estrecho son similares, lo que otorga una importante ventaja a las empresas españolas.
Modernizar el campo
El principal objetivo de Marruecos con esta operación no es sino modernizar su sector agrícola. Numerosos expertos económicos subrayan la “urgencia” de una profunda reforma de un agricultura claramente inframecanizada y extensiva.
La privatización de la gestión de las tierras de SODEA y SOGETA “se inscribe en el marco de la política del Estado de desvincularse del sector de la producción agrícola", asegura el ministro Laenser, quien calcula en 2.000 millones de dirhams (185 millones de euros) anuales la cantidad que el Estado marroquí puede obtener de esta operación. Además, se espera que fluyan inversiones adicionales en el sector agrícola del país como resultado de este plan.
Arancel cero
Otro de los atractivos de invertir en Marruecos es la posibilidad de exportar a Estados Unidos sin aranceles. El próximo 1 de enero entrará en vigor el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Marruecos, el más importante de los diez tratados de libre cambio que Rabat negocia con distintos países, desde Turquía al Cono Sur.
A partir de ese momento, contar con una inversión agrícola en Marruecos será aún más interesante: en virtud de este tratado, los empresarios podrán exportar desde el país magrebí numerosos productos a Estados Unidos con arancel cero. Desde el primer día de vigencia del acuerdo, el 90% de la producción agrícola marroquí estará libre de derechos de aduana en Estados Unidos y el resto se beneficiará en poco tiempo del desmantelamiento arancelario. Productos que, en algunos casos, si provienen de la Unión Europea, sí están sometidos a aranceles.
OFECOMES Rabat