«El número de personas que deben hacer frente a una grave escasez de alimentos se calcula en 28 millones, de las cuales 18 millones o el 64% se encuentran en Africa Oriental», ha afirmado la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) advirtiendo de las perspectivas en general desfavorables en Africa Subsahariana durante el año 2001. En conjunto, 16 países de la zona se enfrentan con emergencias alimentarias excepcionales*. Este es el severo dictamen del informe de la FAO Situación del suministro de alimentos y perspectivas de los cultivos en el Africa subsahariana, dado a conocer hoy durante una conferencia de prensa.
«Es necesaria la asistencia continua en todos los países de Africa Oriental y en la región de los Grandes Lagos así como en Angola, Guinea, Liberia, Somalia y Sierra Leona», subraya el texto.
» Se prevé un grave descenso en la producción de alimentos en el sur de Africa -prosigue el informe-, a causa, sobre todo, del mal tiempo, mientras los conflictos civiles siguen interfiriendo con la producción de alimentos en Angola, Burundi, República Democrática del Congo, Guinea, Liberia, Sierra Leona y Sudán».
La FAO pide a la comunidad internacional que facilite consistente ayuda económica para el restablecimiento de la agricultura y la reparación de infraestructuras en Mozambique, que ha sufrido graves pérdidas, a causa de las inundaciones, en estos dos últimos años. El informe dice que Liberia, Ruanda, la República del Congo y Sierra Leona, a consecuencia del prolongado conflicto civil, necesitarán ayuda financiera constante para restablecer sus sectores agrícolas.
«En Kenya, la tremenda sequía de 1999/2000 minó gravemente la seguridad alimentaria de casi 4,4 millones de personas y dió lugar a una vasta operación de socorro. A pesar de algunas mejoras, la situación de los abastecimientos alimentarios sigue siendo precaria», dice el informe. En las zonas de pastoreo del norte, donde la gran escasez de agua y pastos se tradujo en enormes pérdidas de ganado, la ausencia de las lluvias breves este invierno ha intensificado la difusión de la inseguridad alimentaria.
En otras zonas de Africa Oriental, añade el informe, la situación de los abastecimientos alimentarios es precaria en Eritrea para más de 1,8 millones de personas que se encuentran atrapados en una guerra con la vecina Etiopía. En diversos lugares se sienten todavía los efectos de la sequía del año pasado. En Etiopía, a pesar de las mejoras en conjunto en la disponibilidad de los alimentos, unos 6 millones y medio de personas afectadas por sequías y guerras consecutivas dependen de la ayuda alimentaria. Los pastores de la zona sud-oriental del país han sufrido las peores consecuencias.
Sudán se enfrenta también a fuertes carestías en la zona occidental y en el sur del país debido a la sequía, dice el informe. «La larga guerra civil empeora la situación impidiendo las actividades agrícolas y la distribución de ayuda de emergencia».
Somalia ha experimentado una satisfactoria segunda temporada de cosechas, que fue precedida por una cosecha principal muy buena y esto, agrega el informe » ha mejorado las perspectivas alimentarias del país. Como consecuencia el número de personas que necesitan asistencia ha pasado de las 750.000 del 2000 a las 500.000 de este año. Sin embargo, recientes encuestas sobre la alimentación indican la persistencia de elevados porcentajes de malnutrición, consecuencia de la lenta recuperación de la economía doméstica tras una serie de sequías y de los efectos a largo plazo de años de inseguridad».
El informe considera «desoladoras» las previsiones para la alimentación en la República Democrática del Congo y afirma que se necesita todavía asistencia alimentaria en diversas zonas en los Grandes Lagos, entre ellas Burundi y Ruanda. La República Democrática del Congo cuenta con 2 millones de prófugos internos a los que hay que añadir 333.000 refugiados, procedentes sobre todo de Angola. El número está en aumento mientras los enfrentamientos prosiguen en ambos países con graves consecuencias para la nutrición y la sanidad. Los problemas alimentarios se han agravado aún mas por el brote y la propagación del virus mosaico de la yuca que ha afectado gravemente a los cultivos básicos, sobre todo en las zonas orientales del país. La situación alimentaria es también extremadamente rigurosa en las zonas urbanas, especialmente en Kinshasa, donde el número de personas vulnerables ha aumentado.
El informe pronostica que, en el sur de Africa, se producirá un grave descenso de la producción de cereales en 2001, debido principalmente a la prolongada estación intermedia, muy seca y al sucesivo exceso de lluvias que dañaron a los cultivos alimentarios en la mayor parte de los países. En Sudáfrica, el bajo precio del maíz en la época de siembra contribuyó a que se sembrase menos, mientras en Zimbawbe la reestructuración de explotaciones agrícolas comerciales en larga escala será un factor que contribuirá a reducir la producción. Las últimas previsiones de la FAO por cuanto respecta al maíz apunta a una disminución del 27 por ciento en comparación con la del año pasado. El maíz representa el 75 por ciento de la producción de cereales en el sur de Africa.
El grave descenso de la producción de maiz en Sudáfrica, prevista oficialmente inferior de un 34 por ciento respecto a la del año pasado, se traducirá en una reducción considerable de su superávit exportable. Según el informe, los países cercanos con escasez de alimentos podrían verse obligados a abastecerse de granos fuera de la región.
En algunas zonas de Mozambique, Malawi, Zambia y Zimbawbe unas 96.000 personas han visto sus vidas trastornadas por las fuertes inundaciones. Los daños a la infraestructura y a los hogares, así como la pérdida de cultivos han sido notables. Los daños son particularmente graves en Mozambique, a lo largo de la cuenca del río Zambezi.
En el Sahel, la situación del abastecimiento de alimentos ha empeorado en algunas zonas, sobre todo tras la reducción de las cosechas, principalmente en Burkina Faso, Chad y Níger. Está en curso la distribución de alimentos a la población y los gobiernos han lanzado un llamamiento pidiendo asistencia a los donantes. Sierra Leona y Liberia siguen dependiendo en gran manera de la ayuda alimentaria internacional, no obstante algunas mejoras en la producción alimentaria, mientras Guinea debe hacer frente a los ataques de los rebeldes en las zonas fronterizas, que afectan a las actividades agrícolas y han provocado nuevos desplazamientos de la población.
En conjunto, las necesidades de importación de cereales de Africa Subsahariana tendrían que seguir siendo fuertes en 2001. El informe lo atribuye a los efectos de la sequía del pasado año en Africa Oriental, a las reducidas cosechas en algunas zonas del Sahel y a la prevista grave caída de la producción en Africa Oriental.
*Los 16 países que se enfrentan con emergencias excepcionales son: Angola, Burundi, República Democrática del Congo, República del Congo, Eritrea, Etiopía, Guinea, Kenya, Liberia, Madagascar, Ruanda, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tanzania y Uganda.
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El Sistema Mundial de Información y Alerta sobre la Agricultura y la Alimentación de la FAO controla la situación de los alimentos y los cultivos en Africa Subsahariana, mientras que el Servicio de Operaciones Especiales de Socorro facilita asistencia a las personas afectadas por las catástrofes tanto naturales como provocadas por el ser humano. El Servicio Especial de Operaciones de Socorro actúa en numerosos países de Africa Subsahariana, entre ellos Angola, Burundi, Congo, Etiopía, Cuerno de Africa, Grandes Lagos y Africa Central, Somalia y Sudán. El Servicio facilita asistencia a los sectores agropecuarios para restablecer la producción de alimentos lo antes posible después de que se haya producido una catástrofe. Su objetivo es garantizar que la población vuelva a ser autosuficiente desde el punto de vista de la alimentación lo antes posible.
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