LA UNIÓ denuncia que un total de 847 explotaciones ganaderas dejaron la actividad durante el pasado año en la Comunitat Valenciana, a tenor de los datos de contratación del seguro de recogida de cadáveres que sin ser obligatorio lo suscribe la práctica totalidad de ganaderos de la Comunitat Valenciana.
LA UNIÓ señala que esta cifra de abandono se traslada en términos porcentuales a que el 20% de las explotaciones ganaderas valencianas haya dejado su actividad en tan sólo un año, lo que demuestra la importancia de la crisis en la que está sumido el sector.
En el año 2007 contrataron las diferentes líneas del seguro de recogida de cadáveres un global de 4.163 explotaciones en la Comunitat Valenciana, mientras que los datos de 2008 revelan que la cifra descendió hasta las 3.316 explotaciones. De las 847 explotaciones que ya no trabajan en el sector se sabe que 216 son de ganado vacuno y las 631 restantes de porcino, ovino-caprino, cunícola y avícola.
La normativa europea, más concretamente el Reglamento UE 1774/2002, obliga a establecer un sistema de recogida y eliminación de cadáveres de animales en las granjas desde el 1 de mayo de 2003. Para este sistema existen dos métodos: la gestión mediante incineradoras especiales cuyo coste hace que en la inmensa mayoría de los casos sea una opción totalmente inviable y el de la contratación de un seguro que cubra la recogida y posterior eliminación de los cadáveres que es el que utilizan el 99% de los ganaderos valencianos.
Josep Botella, secretario general de LA UNIÓ, afirma que “el hecho de que más de 800 explotaciones ganaderas dejen su actividad en apenas un año es un fiel reflejo de la crisis en que vive inmerso el sector, donde además paradójicamente mientras los productores reciben cada vez menos por la venta de sus animales en las tiendas los consumidores cada vez pagan más. Se les culpabilizaba del aumento del precio de la subida de los alimentos, de la inflación y del IPC y ahora se observa que el precio en origen está hundido pero que esta situación no se traslada al precio final que debe pagar el consumidor”.
Botella dice que “las medidas emprendidas por el Ministerio y la Conselleria de Agricultura hasta la fecha no han sido efectivas para un sector tan asfixiado económicamente como el ganadero, los préstamos son pan para hoy y hambre para mañana y si no se establecen medidas urgentes que ayuden de forma directa a los productores mucho nos tememos que los datos de abandonos de explotaciones aumenten sin parar en la Comunitat Valenciana en el transcurso de los próximos meses”.
LA UNIÓ