Las autoridades norteamericanas creen que la bacteria que provoca la enfermedad, también conocida como ‘Huanglonbing’ (HLB), podría adaptarse al clima mediterráneo propio de California. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) reclama tanto a la Comisión Europea como al Gobierno español que extremen la vigilancia en los puertos porque la enfermedad podría llegar, como en tantas otras ocasiones, en importaciones citrícolas y porque, por otra parte, se sabe que en Canarias ya se localizó uno de los insectos vectores que la transmite.
“La bacteria está matando cientos de miles de árboles en climas tropicales como son Brasil y el estado norteamericano de Florida, y el hecho de que el USDA sospeche que la enfermedad puede instalarse y adaptarse a California es para preocuparse ya que, al tener un clima mediterráneo, se disparan las posibilidades de que llegue y ponga en peligro a la citricultura española y valenciana”, señala el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
Como ya advirtió esta organización agraria el pasado mes de febrero, tanto el ‘Greening’ como la ‘Cancrosis’ han situado a una de las citriculturas más prósperas del mundo, la de Florida, al borde del colapso. “Y de expandirse tales bacterias en la Comunitat se producirían las mismas desastrosas consecuencias”, lamenta Aguado.
En los últimos meses la situación en EEUU se ha agravado puesto que, a pesar de las restricciones y cuarentenas impuestas por los industriales californianos a sus compatriotas de Florida, el HLB fue detectado en junio de este año en un campo del estado de Louisiana. Sólo un mes más tarde, el USDA ha puesto en alerta a los funcionarios de California tras comprobar la presencia de este vector transmisor en la zona fronteriza de Tijuana.
Por otra parte, como se ha dicho, otro de los vectores del “Greening” fue localizado en Tenerife en 2002, donde el insecto persiste hoy, lo que podría facilitar su acceso a la Península y con ello la llegada de la enfermedad en alguna importación.
La bacteria que desarrolla el ‘Huanglonbing’ en las naranjas, mandarinas y limones provoca, en primer lugar, un amarillamiento de algunas ramas, que después degenera en defoliación masiva, deformamiento de los frutos y, con el tiempo, la muerte del árbol. Pese a que se lleva investigando desde hace décadas, no existe todavía un tratamiento para combatir la enfermedad y la única solución radica en la prevención puesto que cuando llega la infestación hay que eliminar las plantaciones afectadas y aplicar las pertinentes cuarentenas.
AVA-ASAJA
Pues es preocupante lo que esta pasando en Florida, tengo la oportunidad de estar trabajando con citricos y estamos al dia, realizando moitoreos y lo bueno de todo es de que no hemos encontrado nada y esperemos que no.
Si es de suma importancia que los gobiernos tomen medidas drasticas ya que estas enfermedades son letales para la citricultura.
saludos