El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, que compareció ayer tarde ante la Comisión de Agricultura del Congreso, ha afirmado que durante la crisis del aceite de orujo "el objetivo primordial que ha primado siempre por encima de todo lo demás, ha sido garantizar la salud de los consumidores" y que dicho objetivo "se ha conseguido plenamente" porque así ha sido reconocido por numerosos organismos, entidades y países, y por la opinión pública. Arias ha añadido que no se ha relegado al sector productor, a le ha animado que "a emprender un nuevo camino que garantice modelos de producción más seguros de cara al futuro".
En su comparecencia, Miguel Arias ha explicado los hechos acaecidos en relación con la alerta alimentaria sobre el contenido de hidrocarburos policíclicos aromáticos en el aceite de orujo, levantada por el Gobierno el pasado 10 de agosto. El ministro ha detallado también todas las medidas que se han tomado para recuperar el consumo. La primera de ellas ha sido un convenio con el Patrimonio Comunal Olivarero (PCO) para el almacenamiento del aceite de orujo motivo de la crisis, aún pendiente de refinar nuevamente antes de su puesta en el mercado. Este mecanismo evitará los problemas de la necesaria capacidad de almacenamiento, limitada ciertamente de las refinadoras, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad de la cosecha venidera y la sobrecarga industrial.
Por otro lado, se están gestionando las medidas económicas necesarias, en relación con la garantía de liquidez para el sector por el esfuerzo que han de hacer, mediante la concesión de un préstamo por valor de 5.000 millones de pesetas por parte del ICO, con un aval con SAECA. Además, y con objeto de acceder nuevamente a los mercados y recuperar el consumo a los niveles anteriores a la crisis, el MAPA está elaborando un plan de promoción para el aceite de oliva a todos los niveles, en el que intervengan, a ser posible, todos los organismos involucrados en el aceite de oliva, donde se pongan de manifiesto las propiedades y garantías acerca de su consumo.
Asimismo, se están manteniendo todos los contactos necesarios con el sector de la distribución, con objeto de tratar evitar inconvenientes en la comercialización del aceite de orujo de oliva, tras haber sido levantada la alerta alimentaria, para todos aquellos que cumplan la normativa y las garantías exigidas. "En este sentido, la respuesta de las principales cadenas de distribución ha sido de absoluta colaboración", ha señalado el ministro en su comparecencia, asegurando que "en ningún momento ha existido ocultación de datos y hechos, ni alejamientos mutuos".
Por último, el ministro ha adelantado ante la Comisión que, a finales de esta semana o a principios de la siguiente, existen muchas posibilidades que el orujo vuelva a los lineales de las grandes superficies y se pueda comercializarse de nuevo un producto que goza ahora de todas las garantías alimentarias.
MAPA