La consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo aludió a la encuesta elaborada por Ecoembes sobre “Los hábitos y actitudes de la población española frente a la separación y recogida selectiva”, y destacó que, entre los motivos a los que se refieren para separar en las casas los residuos, un 82 por ciento afirma que lo hace para poder reciclarlos después, mientras que la media nacional está en el 59 por ciento.
La consejera de Medio Ambiente indicó que esta importante sensibilización ciudadana está dando sus frutos, ya que se ha registrado en la región un aumento superior al 33 por ciento en el número de toneladas de envases reciclados de papel y cartón, plásticos, metales y vidrio, pasando de 25.029 toneladas en 2002 a 33.495 el pasado año.
La misma encuesta señala que el deseo de cuidar el medio ambiente es también un importante motivo para que los castellano-manchegos separen sus basuras en casa. Además, se muestran más interesados en hacerlo que el resto de españoles por propia satisfacción personal, comodidad y orden, y porque hay contenedores para cada cosa.
”Los bienes que nos ofrece la naturaleza no son ilimitados y se agotan, por lo que debemos cuidar lo que tenemos y apostar por el reciclaje, teniendo en cuenta, además, que genera puestos de trabajo y riqueza”, dijo Arévalo, quien apuntó que “el simple gesto de separar adecuadamente nuestras basuras en casa y depositarlas en los contenedores conlleva que se pueda realizar una eficaz recogida selectiva y que se puedan volver a poner en valor”.
Uno de los motivos que argumentan los encuestados para no separar los residuos es la falta de contenedores cercanos a sus hogares. Al respecto, la consejera resaltó los esfuerzos que se están realizando desde el Gobierno regional para que cada vez haya más contenedores en todos los municipios de la comunidad autónoma.
Según dijo, este año se procederá a la adquisición de alrededor de 4.000 nuevos contenedores, fundamentalmente de vidrio, envases y papel-cartón, y a la construcción de otros 24 puntos limpios, donde se depositan residuos específicos, como muebles o electrodomésticos, por un importe total de cinco millones de euros.
Estas actuaciones, recordó, se incluyen dentro del Plan regional de Residuos Urbanos que apuesta de forma decidida por la recogida selectiva en origen con el objetivo de reciclar los residuos generados por los castellano-manchegos y, de esta forma, preservar y cuidar nuestro medio ambiente.
El pasado año se reciclaron en Castilla-La Mancha un total de 33.495 toneladas de envases, de los que 14.231 toneladas correspondieron a papel y cartón, 10.779 a vidrio, 4.350 a plásticos, 3.891 a metales y, finalmente, 244 a otros materiales.
Desde 1998 se ha registrado una tendencia progresiva de aumento del número de toneladas de envases reciclados en la comunidad autónoma. Así, en 1998 se reciclaron 6.838 toneladas; en 1999, un total de 7.490; en 2000, 13.226; en 2001, 20.331; y en 2002, 25.029 toneladas.
JCCM