Un total de 437.410 euros se destinarán a sufragar las ayudas del último pago de este año incluido en el programa de la Consejería de Medio Ambiente dedicado a fomentar la forestación de tierras agrarias en Castilla-La Mancha, y, de esta forma, evitar la erosión y la desertización.
La responsable de la Consejería, Rosario Arévalo, manifestó que es muy importante colaborar con nuestros agricultores y ganaderos en la forestación de sus tierras, ya que, además de diversificar la actividad agraria, se consigue un aumento de la superficie arbórea de nuestra comunidad autónoma.
Arévalo afirmó que los montes y bosques constituyen una parte muy importante del paisaje de Castilla-La Mancha al abarcar casi 3,5 millones de hectáreas, cerca del 45 por ciento de la superficie regional, y apuntó que, gracias a este programa, ya se han conseguido forestar un total de 96.737 en la comunidad autónoma.
Además, la consejera se refirió a algunos de los beneficios que reportan los árboles a la sociedad, recordando que ayudan a eliminar el dióxido de carbono y liberan oxígeno, lo que resulta importante en la lucha contra el cambio climático, frenan el avance del desierto y la erosión, y mantienen la biodiversidad biológica, la fauna, la flora y el paisaje.
La titular de Medio Ambiente explicó que las ayudas recogidas en el programa de forestación de tierras agrarias son de tres tipos, al establecimiento, para sufragar los costes de mantenimiento y la denominada prima compensatoria.
El número de beneficiarios del último pago realizado ha ascendido a 25, y se han forestado un total de 268 hectáreas. En concreto, se han destinado 371.188 euros a la ayuda al establecimiento, que se abona, previa comunicación del beneficiario, al acabar la plantación.
Asimismo, se han pagado 66.222 euros para la prima compensatoria, que se paga cada año por hectárea forestada destinada a compensar a los beneficiarios la pérdida de ingresos derivada de la forestación de las tierras antes dedicadas a la agricultura.
Los terrenos que se pueden reforestar son aquellos que no estén incluidos en el Catastro como forestales y hayan tenido aprovechamiento agrícola o ganadero de forma regular desde diez años antes de la fecha de la solicitud. Estas tierras deben estar comprendidas como tierras ocupadas por cultivos herbáceos, barbechos, huertos familiares, tierras ocupadas por cultivos leñosos y pastizales.
En todos los casos las forestaciones a realizar sobre las superficies agrícolas deben cumplir varios requisitos, como que en las zonas sin regeneración natural o insuficiente, la elección de especies se corresponda con las arbóreas o arbustivas presentes o, si no las hubiere, con las existentes en terrenos colindantes o cercanos, evitando la introducción de especies distintas a las naturales o naturalizadas de la zona.
A efectos de la percepción de estas ayudas tendrán la consideración de superficies agrícolas, conforme a la clasificación agraria de los terrenos, aquellas parcelas catastrales que figuren como tales con anterioridad al primer día del periodo de presentación de solicitudes, así como que mantengan tal condición en esa fecha de acuerdo a los usos y costumbres del lugar
JCCM