Nota de Junta de Andalucía
La Consejería de Medio Ambiente, dentro de la campaña ‘No te confundas’, divulga 12 consejos básicos para la recolección y consumo de setas con los que se pretende proporcionar conocimientos sobre las intoxicaciones y confusiones de las setas recolectadas en los montes. Andalucía es la región europea con mayor diversidad y riqueza micológica con más de 3.800 especies.
1º- El primero de estos consejos para evitar intoxicaciones es identificar bien la especie, para ello es necesario extraer el ejemplar completo, con todas sus características. El experto puede cortar, por la base del pie, las especies fácilmente identificables como comestibles.
2º- No es recomendable usar bolsas de plástico, ya que en su interior los ejemplares se mezclan, deterioran, fermentan y se pueden llenar de larvas. Para la correcta recolección de las setas es necesario utilizar cestas o canastas.
3º- Las actividades comerciales relativas a las setas deben realizarse en el casco urbano de los municipios donde se producen. El motivo es evitar que la compraventa de estos recursos en el medio natural genere problemas sanitarios, residuos, o accidentes.
4º- No se deben coger muchas setas ni consumir las que estén muy maduras o en mal estado, ya que estos ejemplares son, en general, indigestos y no es conveniente mantenerlos demasiados días tras su colecta. Tampoco se deben comer las setas crudas.
5º- Evitar recolectar setas en zonas contaminadas, bordes de carreteras, parques públicos y vertederos, ya que los metales pesados presentes en estos medios son absorbidos por la seta que posteriormente se va a ingerir.
6º- Ser prudente, no se deben comer las setas que no se conozcan.
7º- No hay que consumir setas que tengan las siguientes características: volva, láminas y anillo de color blanco, amarillo o verdoso (Amanita); de tamaño pequeño o mediano (5 cm. de diámetro) con láminas blancas (Lepiota, Clitocybe); de muy pequeño porte (1 cm. de diámetro) de madera (Galerina) o que crezcan en praderas (Psilocybe) y las que tienen sombrero cerebriforme (Gyromitra) o de silla de montar (Helvella).
8º- No deben recolectarse ejemplares jóvenes o en estado de huevo, tienen que madurar y liberar esporas (semillas).
9º- Tampoco se deben coger todas las setas de cada lugar, hay que dejar algunas para que dispersen sus esporas.
10º- En el medio natural nunca hay que destruir las especies desconocidas, todas cumplen una función en los montes: ayudan a crecer a las plantas y reciclan la materia orgánica del suelo.
11º- El recolector de setas no debe usar el rastrillo o escarbar la tierra, ya que podría destruir el hongo e impedir que volviesen a salir setas.
12º- Hay que aprender a reconocer las setas tóxicas, son las menos numerosas.
También, desde la administración ambiental se explican las 7 ‘falsas reglas’ para la recolección de setas y trufas, ya que no existe ninguna regla universal para saber si una seta es comestible o tóxica:
1º- Es falso que las setas consumidas o semidevoradas por animales son comestibles para las personas, ya que animales y personas tienen distinta fisiología, algunas especies están adaptadas a los tóxicos.
2º- Es falso que si cocemos una seta con una cuchara de plata y ésta ennegrece, se trata de una seta tóxica, y si no es comestible. La realidad es que a veces ocurre todo lo contrario.
3º- Es falso que si cocemos una seta con un diente de ajo y éste ennegrece, significa que la seta es tóxica. A veces ocurre lo contrario.
4º- Es falso que cocinando las setas tóxicas con abundante vinagre y sal se elimina su toxicidad, esto puede incluso aumentar su efecto dañino.
5º- Es falso que si una seta sabe o huele bien significa que es comestible. La más mortal de todas tiene un sabor dulce (Amanita phalloides).
6º- Es falso que todas las setas que cambian de color cuando se las toca o corta son venenosas.
7º- Es falso que las setas que salen en madera son comestibles. Por ejemplo, Galerina marginata es mortal y crece en madera.
Andalucía es la región con mayor diversidad de especies fúngicas, entre las que se han descubierto un total de 288 que hasta el momento eran desconocidas en nuestra comunidad autónoma, así como varias especies nuevas para la ciencia. Los últimos estudios han constatado que existen más especies de setas que de flora en Andalucía, con lugares singulares como la Sierra Norte de Sevilla y la Sierra de Huelva, que albergan cerca de 2.000 variedades de especies.
La Consejería de Medio Ambiente tiene un Plan de Conservación y Uso Sostenible de Setas y Trufas en Andalucía (Plan Cussta), destinado a la conservación, disfrute y uso sostenible de estas especies en nuestra comunidad autónoma, que descubre para la sociedad andaluza un nuevo recursos natural y socioeconómico en sus múltiples facetas.
El Plan Cussta contempla entre otras actividades la elaboración del primer manual de truficultura, que recoge toda la información y características de este hongo; A finales de este año estará editado el libro rojo de los hongos amenazados andaluces, el primero de estas características en España; la creación de diversas instalaciones de uso público, el jardín micológico de Priego de Córdoba estará concluido a principios de 2007, se están construyendo tres nuevos puntos de información micológica en Iznalloz (Granada), Abla (Almería) y Constantina (Sevilla), que se unen a los de Jimena de la Frontera (Cádiz), Aracena (Huelva) y Siles (Jaén). También incluye rutas micológicas, así como repoblaciones vegetales con plantas micorrizadas (a las que se ha insertado esporas de hongos), destacando las actuaciones realizadas para repoblar seta de cardo, trufa del desierto o trufa negra en terrenos públicos de las provincias de Granada, Almería y Jaén, y próximamente en el resto de Andalucía.
Junta de Andalucía