Nota de Medio ambiente
Así se desprende de los datos registrados en la estación de aforos de Tortosa, que es la que mide la aportación media en la desembocadura de este río, por donde pasaron 12.305 hectómetros cúbicos en el citado periodo.
Por su parte, el trasvase desde el Bajo Ebro autorizado por el Plan Hidrológico Nacional prevé una transferencia de 1.050 hectómetros cúbicos anuales como máximo, siempre y cuando se garanticen las demandas de la cuenca cedente. Además, no se llevará a cabo trasvase de agua alguno durante los meses de verano.
Estos datos demuestran que durante un año hidrológico como el que acaba de concluir se podrían trasvasar los 190 hectómetros cúbicos que el Plan Hidrológico Nacional prevé para garantizar el abastecimiento del área metropolitana de Barcelona; los 315 hectómetros cúbicos que establece para la cuenca del Júcar; los 450 hectómetros cúbicos que prevé para la cuenca del Segura; y los 95 hectómetros cúbicos que, según el PHN, irían a Almería.
Además, todavía verterían al mar, tras pasar por el Delta del Ebro, 11.250 hectómetros cúbicos de agua.
Por otro lado, en este periodo hidrológico el Ebro ha sufrido cuatro grandes avenidas, con puntas que superaron los 1000 metros cúbicos por segundo, en los meses de diciembre, febrero, marzo y mayo, lo que justifica la necesidad de regulación de esta cuenca, con obras tan relevantes como las del Pacto del Agua de Aragón, que recoge el Plan Hidrológico Nacional.
BALANCE DEL AÑO HIDROLÓGICO
El pasado año hidrológico registró una precipitación media peninsular de 583,5 mm (litros por segundo), según datos del Instituto Nacional de Meteorología. Los mayores registros se dieron en Vigo, con 2208,7 mm, y los mínimos en Lanzarote, con 60,5 mm.
Por cuencas, donde más llovió fue en la denominada como Galicia Costa, con una media de 1.578,8 mm, seguida de las Cuencas Internas del País Vasco, con 1.393 mm; las cuencas del Norte I y Norte II, con 815,4 mm y 1.106 mm, respectivamente; las cuencas internas de Cataluña, con 603 mm; la cuenca del Guadalquivir, con 559,4 mm; y la cuenca del Ebro, con 550 mm.
Las que recibieron menos aportaciones de agua procedentes de lluvia fueron las Islas Canarias, con 141,6 mm; el Segura, con 304,2 mm; el Júcar, con 410,5 mm; y el Sur, con 494,6 mm.
Los meses más lluviosos fueron los de octubre, noviembre, enero y febrero; y sin embargo hubo un periodo seco en los meses de junio, julio, agosto y septiembre, cuando se vivió la ola de calor.
En cuanto a la capacidad de almacenamiento de los embalses de uso consuntivo, es decir los destinados al abastecimiento de municipios y regadío, el año hidrológico 2002-2003 ha finalizado, según los datos aportados por las Confederaciones Hidrográficas del Ministerio de Medio Ambiente, con una reserva total de agua embalsada de 17.633 hm3, el 48,1 por ciento de la capacidad total disponible, y 2.444 hm3 más que al comienzo del año hidrológico.
GESTIÓN EFICIENTE DEL RECURSO
El año concluyó con 6,5 puntos más de agua embalsada que en el mismo periodo del año pasado, 5,2 puntos más que la media de los últimos 5 años, y 12 puntos más que la media de los últimos diez años, lo que demuestra la evolución normal de las reservas después de una gestión eficiente de los recursos por parte de la administración hidráulica.
Por cuencas, las que mantienen mayores reservas son las del Guadiana y el Guadalquivir, las cuencas Internas del País Vasco, la Cuenca del Norte, y la del Ebro. Las que menos, la del Sur, la del Júcar, y la del Segura, con tan sólo un 8 por ciento de su capacidad actual.
MMA