La ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, presentó en Málaga una acción inmediata para recuperar las playas de la Costa del Sol, afectadas por el último temporal del pasado mes de marzo, el mayor de la última década en esta zona del litoral andaluz.
En concreto, esta actuación se divide en dos fases. Una primera, urgente, para regenerar y mejorar la costa malagueña antes que comience el periodo veraniego, con una inversión de 10 millones de euros, y una segunda, que permitirá la aportación anual de la arena para que el litoral malagueño pueda recuperar de forma progresiva las condiciones ambientales de hace una década.
En la primera fase se actuará en más de 30 playas de los municipios de Nerja, Torrox, Vélez-Málaga, Algarrobo, Rincón de la Victoria, Málaga, Manilva, Casares, Estepota, Marbella, Mijas, Fuengirola, Benalmádena, y Torremolinos. En total se aportará un millón de metros cúbicos de arena en la costa malagueña, 439.000 para la costa oriental y 562.000 para la occidental, que permitirán recuperar y mejorar de manera urgente los daños producidos por la fuerza del mar. «La recuperación de la costa del Sol supone una doble garantía, la primera medioambiental y la segunda, económica y turística en un claro ejemplo de desarrollo sostenible», aseguró Elvira Rodríguez.
El temporal que azotó la costa malagueña alcanzó olas superiores a los seis metros, y fue un 65 por ciento superior a la media de los últimos diez años. Esta situación produjo graves desperfectos en paseos marítimos, y la disminución generalizada y sensible de la altura de la arena de las playas. No obstante, «los daños han sido sensiblemente menores en las zonas donde se había actuado en años anteriores», destacó Elvira Rodríguez, y añadió «lo que nos pone de manifiesto que la arena produce también un efecto barrera en la primera línea del litoral»,
Un estudio y una solución para la próxima década
Elvira Rodríguez encargó nada más hacerse cargo del Ministerio de Medio Ambiente un estudio sobre los daños que generan los temporales en Málaga. Una costa especialmente afectada por los efectos de la erosión, que se produce por la disminución de aportes de los ríos y cauces, la desaparición de los sistemas dunares, y la interrupción al transporte de los puertos y, por supuesto, la urbanización excesiva.
Esta situación ha generado, según el estudio, el incremento del ritmo de erosión cuatro veces superior al natural, que se ha visto incrementado en los últimos diez años por la continuidad de los temporales. La erosión entre 1950 y 1990 fue de 5 centímetros por año. Entre 1990 y 2000 la pérdida de arena en las playas malagueñas ha alcanzado los 20 centímetros al año.
Para solucionar y mejorar los valores ambientales y la imagen de la Costa del Sol, la segunda fase incluye la aportación anual de arena para recuperar la situación de hace diez años. Esta aportación se realizará en el contexto de los trabajos de lucha contra la erosión que se incluyen en el Plan de Actuaciones de la Costa de Málaga.
La arena procederá del dragado de los puertos, entre otros, el de Caleta de Vélez, El Candado, Fuengirola, Cabo Pino, La Bajadilla, Puerto Banus y Estepota. También se aportará arena procedente de las ramblas, como los ríos Vélez, Guadalhorce, Guadalmansa, Guadaiza, el río Verde, etc., lo que mejorará también las funciones ambientales y sociales de estos ríos.
El objetivo es recuperar el nivel natural de las playas y mantener de forma permanente esta situación. «Cuanto mejores son las condiciones físicas de nuestra costa, menores son los perjuicios que los temporales producen sobre ella», afirmó Elvira Rodríguez, que defendió que la influencia económica que ejerce el turismo en esta zona, y para ello es esencial que la costa se encuentre en las mejores condiciones posibles antes del verano.
MMA