La presión financiera, la baja confianza de las entidades bancarias y la pérdida de poder adquisitivo de las explotaciones hacen que cada inversión se estudie al milímetro y, la maquinaria agrícola, resulta una de las pocas, sino la única, que permite recuperar parte de esa inversión.
Todo ello siempre que se haga una correcta elección teniendo en cuenta no solo el uso previsto o las características técnicas de la misma, sino, además, contando con otros criterios objetivos como las horas de trabajo potenciales, su tamaño, la capacidad de reducir combustible (eficiencia energética) o la capacidad de racionalizar las operaciones de cultivo. Es necesario tener en cuenta el calendario de labores (cuando y para qué vamos a utilizar la maquinaria), el tipo de producción, y otros costes derivados, como las amortizaciones, reparaciones, mantenimiento, almacenamiento o incluso el derivado del operario.
La dimensión reducida de las explotaciones españolas aumenta la importancia de esta decisión para no perder competitividad con la suma de gastos, algo que se pudo observar durante el año pasado con el aumento desmesurado de los costes de producción de fitosanitarios, abonos o carburantes.
Todo ello se logra gracias a la adecuada compatibilidad entre el tractor y el apero, algo que puede llegar a reportar un ahorro en combustible, por ejemplo, cercano a un 20%. El uso correcto de la maquinaria y la aplicación de otros criterios como la utilización comunitaria de maquinaria, el alquiler de servicios agrícolas o el uso de tecnología y electrónica (desde los ya muy conocidos GPS hasta la programación de aplicación de productos), hacen que la rentabilidad de las explotaciones pueda mejorar.
ANSEMAT
Desde luego, que la maquinaria ha de gastar y contaminar lo menos posible y me parece genial, pero yo, en algunos pueblos he visto labradores que se bajan del tractor y lo dejan «arrancado o en marcha» a veces hasta 1/2 hora, gastando gasoil a lo bobo mientras almuerzan, charlan o se toman algo, o en el campo llenando la pala de piedras. Igual he visto en la ciudad autocares que van a recoger a niños para llevarlos al comedor o a alguna excursión (durante 20 minutos algún día) y no paraban el motor y los padres allí chupando humo gasolífero y cancerígeno… Si no hicieran eso ni un solo día, a lo mejor también ahorrábamos combustible, ruidos y contaminación. ¿¿¿QUIÉN VA A INTENTAR CONVERCERLOS DE QUE ESO NO SE HACE???. Yo se lo he comentado a algunos y han seguido haciendo lo mismo. OPINO QUE EL AIRE ES PARA RESPIRARLO TODOS Y NO NOS LO PUEDEN CONTAMINAR ASÍ Y DE PETRÓLEO HAY LO QUE HAY Y ALGÚN DÍA SE ACABARÁ Y NO PODEMOS DERROCHARLO EN SOLO 50 AÑOS COMO ESTÁ HACIENDO ESTA GENERACIÓN.