El pleno ha aprobado 48 enmiendas, en procedimiento de consulta, a la propuesta de reglamento relativo a la prolongación del régimen de ayudas y estrategia de calidad para el aceite de oliva. La propuesta de la Comisión consiste en extender por dos años más el sistema de ayudas vigente, que expira el 31 de octubre de 2001, hasta el 31 de octubre de 2003. La extensión se debe a que la Comisión necesita más tiempo para contar con los datos precisos para proponer una reforma. El Consejo establecerá, en 2002, una nueva OCM a entrar en vigor en noviembre de 2003. La futura ayuda se destinará, según la propuesta de la Comisión, por olivos o aceite procedente de olivares que figuren en el Sistema de Información Geográfica (SIG).
La nueva estrategia de calidad propuesta se basa en la cofinanciación comunitaria de las organizaciones de productores que se introduciría gradualmente en 2001/02 para pasar a ser totalmente operativa en 2003/04.
En su propuesta, la Comisión introduce el concepto de ‘agentes económicos’ del sector. El pleno rechaza este concepto indeterminado y se inclina por el uso de las figuras jurídicas habituales en el marco de la PAC: organizaciones de productores, sus uniones, y organizaciones y acuerdos interprofesionales.
Una enmienda parlamentaria establece que los olivos plantados después del 1 de mayo de 1998 no darán lugar a una ayuda a los oleicultores en el marco de la OCM del sector de las materias grasas, vigente a partir del 1 de noviembre de 2001. Esta OCM debería entrar en vigor en 2001, en vez de 2003, y, durante las campañas 2001-2002 y 2002-2003 se prohiben todas las plantaciones de olivar en la UE, según la enmienda, para que la Comisión pueda disponer de datos fiables de cara a acometer la reforma.
En opinión del pleno, es preciso sentar las bases de una futura reforma del sistema de ayudas, que debe preservar el carácter multifuncional del olivar, adaptar la producción al mercado, y garantizar su calidad y la seguridad de los consumidores. Además, ha de mantenerse de forma prioritaria la renta de los agricultores. Una de las enmiendas aboga por la cooperación entre la UE y los organismos nacionales de control y por desarrollar una política de control a nivel europeo, en aras de impedir el fraude. El consumidor debe tener garantías de que todo producto comercializado como aceite de oliva lo es efectivamente. Ello requiere un esfuerzo de control de calidad a nivel europeo y métodos más eficaces para detectar adulteraciones.
Sistema del Control
La Comisión reconoce que carece de informaciones fiables sobre la producción para abordar una reforma definitiva. Propone prolongar otras dos campañas la aplicación de régimen vigente para obtener informaciones más fiables pero, a pesar de las demandas del Parlamento y del Tribunal de Cuentas, no ha formulado propuestas de mejora del sistema de control. Se ha limitado a proponer que, a partir del 1 de noviembre de 2003, la ayuda se conceda por olivos o aceite procedente de olivares registrados en el Sistema de Información Geográfica (SIG). A juicio de la Cámara, el SIG sólo puede servir para orientar las inspecciones, y si se pretende basar en él el sistema de control, será poco eficaz y muy caro. Opina que la insistencia de la Comisión en este sistema puede responder a su intención de sentar las bases de un sistema de ayudas al árbol, opción rechazada ya por el Parlamento.
Para un mejor control, el pleno exige a los centros que elaboran las producciones con derecho a ayudas (extractoras de orujo, transformadoras de aceitunas de mesa y almazaras) que suministren informaciones sobre la cantidad de aceite y orujo que han recibido y las fluctuaciones de calidad y cantidad del aceite elaborado y comercializado. Además, los Estados miembros realizarán controles de la correspondencia entre las declaraciones de cultivo y las cantidades producidas y comercializadas. Según otra enmienda, se establecerá un sistema informatizado de apoyo a las actividades de supervisión.
Por otro lado, la Cámara propone incluir la aceituna de mesa en las medidas de promoción y solicita que, para noviembre de 2001, se establezca el lugar de producción de las aceitunas como lugar de origen del aceite.
Calidad y denominación
El ejecutivo comunitario propone reducir los límites de acidez de las distintas categorías de aceite (el aceite de oliva extra virgen tendrá una acidez de menos del 0,8%). El pleno insta a prohibir la mención del grado de acidez en la etiqueta por constituir un dato engañoso para el consumidor, al no tener relación con la calidad del aceite.
Prohibir las mezclas de aceite con otras grasas
La Eurocámara aboga por prohibir la comercialización de las mezclas de aceite de oliva con cualquier otro tipo de materia grasa. Actualmente, estas mezclas solo están permitidas en Francia. La industria alimentaria utiliza denominaciones relacionadas con el aceite de oliva para atribuir propiedades saludables a los productos. Es preciso proteger al consumidor de posibles abusos y regular las condiciones para la utilización de las denominaciones oliva y aceite de oliva. La propuesta del Parlamento consiste en que en los productos que contengan otras grasas, dichas denominaciones solamente puedan emplearse en la descripción cuantitativa de los ingredientes, de manera que los términos ‘oliva’ u ‘olivo’ no puedan emplearse en el etiquetado.
El término ‘aceite de oliva crudo’, propuesto para el aceite obtenido directamente de las aceitunas, debe sustituirse, según una enmienda, por ‘aceite de oliva natural’, debido a las connotaciones petrolíferas de la primera opción. Otra enmienda propone añadir ‘ocomún’ a la denominación ‘aceite de oliva estándar’, referido a las mezclas de aceite de oliva refinado con aceite de oliva virgen. Mezcla que deberá indicarse en la etiqueta junto con los ingredientes. Las nuevas denominaciones deberán aplicarse en el plazo de un año, en vez de dos como propone la Comisión.
En el mercado del aceite se han puesto de manifiesto serias distorsiones, acrecentadas por deficiencias en el sistema como, por ejemplo, un mecanismo de almacenamiento privado insuficiente o una cuota de producción escasa, que afectan negativamente al olivar tradicional.
Parlamento Europeo