España dedica más del 63 por ciento de su superficie cultivable a los productos típicos mediterráneos; del total de exportaciones en productos agroalimentarios, alrededor del 53 por ciento corresponde a frutas y hortalizas, aceites – incluido el de oliva -, pescados y vinos; y los últimos datos recogidos por el Panel de Consumo que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación reflejan un aumento paulatino en el consumo de frutas y hortalizas, aceite de oliva y pescado así como una estabilidad en el del pan.
Son algunos apuntes -aportados hoy por el ministro de Agricultura, Miguel Arias- que constatan la importancia económica que representa para el sector español la dieta mediterránea, así como el creciente interés del consumidor por los alimentos saludables y de calidad, si bien los nuevos ritmos de vida también dirigen al consumidor hacia nuevos hábitos alimentarios.
El ministro intervino ayer en el acto de inauguración de la Jornada para la Difusión de la Dieta Mediterránea que ha organizado el Senado en colaboración con el Ministerio de Agricultura con el objetivo de concienciar a la sociedad de la importancia de conservar, sobre todo entre niños y jóvenes, las pautas de alimentación y los hábitos de vida que constituyen la dieta mediterránea.
Junto al ministro participaron en el acto el presidente del Senado, Juan José Lucas, y el senador FranMiramón. Como ponentes, la jornada contó con la intervención del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Lluís Serra Majem, cuyo discurso versó sobre la Alimentación y Salud; el profesor de la Universidad de Perugia (Italia), Flaminio Fidanza, que abordó los conceptos de Educación y Salud, así como del catedrático de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía de Córdoba, Francisco Pérez Jiménez, que ofreció una conferencia bajo el título de «El consumidor y la Dieta Mediterránea».
Miguel Arias destacó el Informe de la Ponencia sobre la dieta mediterránea impulsado por los miembros de la Cámara Alta a lo largo de los dos últimos años, y que ha propiciado la edición de un libro que se ha presentado durante la jornada. En este sentido, felicitó a la Comisión de Agricultura por el riguroso trabajo desarrollado, una iniciativa que consideró del máximo interés para difundir la importancia de la dieta mediterránea, que se caracteriza por ser saludable, completa, variada y ayuda a vivir con mayor calidad de vida.
Desde que el Pleno del Senado aprobara, en octubre de 2000, una moción por la que se instaba a la creación de la Ponencia para la difusión de la dieta mediterránea, hasta la aprobación de las conclusiones en noviembre de 2002, 14 expertos en el estudio de la dieta mediterránea comparecieron ante los miembros de la Cámara Alta para ofrecer sus conocimientos de la materia desde los distintos ámbitos. Así, expertos en nutrición, médicos, catedráticos y profesores de universidad, representantes de la administración pública y miembros del sector agroalimentario participaron con las ponencias que se han recogido en una publicación.
Por su parte, el ministro Arias, durante su intervención en el acto, afirmó que España es por excelencia uno de los países más representativos de la Dieta Mediterránea, donde tienen cabida todos los componentes claves de esta Dieta, y han conformado la base de la alimentación de los españoles, caracterizada por el alto consumo de frutas, hortalizas, cereales, legumbres, pescado, vino y aceite de oliva como condimento habitual.
Sobre estos aspectos: producción, exportación y consumo, se exponen algunos datos:
PRODUCCIÓN
En España hay cerca de 19 millones de Ha cultivables, de las que el 36 por ciento se destina a los cereales, el 12 por ciento al olivar, 9 por ciento a frutas y hortalizas, y el 6 por ciento al viñedo, lo que significa que más del 63 por ciento de la superficie cultivable se dedica a productos típicos mediterráneos.
De la producción final agraria, estimada en 2002 en 26.500 millones de euros, (4,4 billones de pesetas), el 50 por ciento se debe a productos de la Dieta Mediterránea.
EXPORTACIÓN
Del valor total de la exportación de productos agroalimentarios, alrededor de 20.053 millones de euros en 2002, cerca del 53 por ciento corresponde a la exportación de productos mediterráneos, y España se ha convertido en el país mediterráneo que tiene el balance de comercio exterior más alto para estos productos.
Por sectores, en primer lugar se sitúan las frutas y hortalizas, con un valor de 2.258 millones de euros, seguido de los aceites, donde se incluye el de oliva, con 387 millones de euros, los pescados, moluscos y crustáceos vivos y congelados, con un importe de 338 millones de euros, e inmediatamente después el sector de vinos, con un importe en exportación de 312 millones de euros.
De esta forma, queda constatada la vocación de España como país exportador y productor de productos típicamente mediterráneos, y, la política del Gobierno en defender y apoyar las producciones, incluidas las típicamente mediterráneas, también ha resultado patente durante las negociaciones sobre la reforma de la PAC, aprobada el pasado 26 de junio.
CONSUMO
Los datos del Panel de Consumo Alimentario han constituido la aportación del MAPA a la comisión de Agricultura del Senado para la elaboración de sus trabajos en torno a la dieta mediterránea.
De ellos se desprende que en los últimos seis o siete años se ha observado un incremento constante en el consumo de los productos considerados como componentes principales de la dieta mediterránea.
El consumo de frutas y verduras está aumentando con una cifra de 640 grs/persona/día (30% del peso total de la ingesta), el consumo de aceite de oliva alcanza los 25 grs/per/día, de los que el 25 por ciento corresponde a oliva virgen, cantidad mucho mayor que la utilizada en los 60, y sobre el consumo de pescado como fuente de proteína, el estudio señala que en los últimos años se está observando un constante aumento, llegando a los 100 grs/persona/día.
Incluso se está superando la mala prensa del pan, por ser enemigo de los regímenes bajos en calorías, tan en boga en la actualidad, y en los últimos años, se observa un consumo estable cifrado en los 58 Kg/persona/año- 159 grs/persona/día.
No obstante, la dieta de los españoles en el principio del siglo XXI está baja en el consumo de hidratos de carbono y demasiado alta en proteínas y grasas, pero al mismo tiempo está más equilibrada que al final de los 80, cuando se comenzó el estudio del Panel.
NUEVOS HÁBITOS
Asimismo, es evidente el cambio que se está produciendo en los hábitos de consumo debido a diversos factores, como la incorporación de la mujer al mundo laboral, incremento del porcentaje de los ingresos dedicado al ocio, incluidas las comidas fuera del hogar, importancia de las comidas de trabajo, y la tendencia a comprar productos de calidad diferenciada, entre otros.
Nuestros nuevos ritmos de vida y evolución de costumbres hace que se adquieran productos ya elaborados o semielaborados, que están listos para consumir, sin emplear mucho tiempo en ello. Los platos preparados y los derivados lácteos son un ejemplo, de los que se observa un incremento continuo de consumo desde finales de los 80 hasta ahora.
También aumentan las conservas de frutas y hortalizas, así como las verduras congeladas. Empiezan a tener importancia las presentaciones de frutas y verdura de IV y V gama, en las que se conservan entre dos y cinco días por estar envasadas al vacío, pero tienen todas las características de las frescas y están listas para cocinar o comer, dependiendo del producto es cuestión.
Por tanto, se debe mantener la variabilidad de nuestra alimentación, incrementar en el mayor grado posible la ingesta de frutas, verduras, pan, pastas, arroz, y al mimo tiempo controlar la cantidad de alimentos proteicos.
En definitiva, las conclusiones que podemos sacar sobre los hábitos de consumo actual de nuestra población en base a los datos del Panel Alimentario son que la alimentación española sigue dentro del marco de la Dieta Mediterránea , pero también es cierto que no podemos escapar de los nuevos hábitos alimentarios.
Por ello, el ministro considera imprescindible fomentar y promover todas aquellas acciones encaminadas en esta dirección, y sobre todo, las dirigidas a la población más joven, para que entiendan los beneficios de la dieta mediterránea.
Desde el MAPA se han promovido ya acciones destinadas a fomentar el conocimiento y el consumo de productos alimentarios que forman parte de la Dieta Mediterránea, como el Convenio con la Fundación Jiménez Díaz y el Patrimonio Comunal Olivarero para analizar la acción de las vitaminas antioxidantes contenidas en frutas y hortalizas, y otro para estudiar el efecto del consumo del aceite de oliva sobre los mecanismos cardiovasculares; el convenio con la Fundación Española del Corazón para la celebración de los desayunos cardiosaludables, o el Convenio con la Comunidad Autonómica de Valencia y la Fundación Sabor y Salud para promocionar, entre la población escolar, el consumo de frutas y hortalizas.
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