El Secretario General de Agricultura y Alimentación, Fernando Moraleda, ha comparecido, a petición propia, en la Comisión de Agricultura del Congreso de Diputados, para presentar la política del MAPA sobre regadíos.
Tras afirmar que el sector agrario dispondrá de agua en cantidad suficiente, calidad adecuada y precio razonable, para poder mantener la rentabilidad de las explotaciones agrarias de regadío del Estado español, Moraleda ha anunciado que la superficie global que el Plan Nacional de Regadíos preveía, tanto en su fase de modernización, como la de nuevos regadíos, no sólo no se verá alterada, sino que se estudiarán e impulsarán nuevas actuaciones cuando se tenga ya avanzada esa primera fase.
En relación con la modernización de los regadíos ha resaltado la importancia del ahorro del agua, de forma que asegurando el rendimiento de los cultivos, favorezca la conservación de los suelos, destacando también la necesidad de mejorar el manejo de del agua por parte de los
regantes, extendiendo a todo el regadío la utilización de contadores de agua, y potenciando la informatización de las Comunidades de Regantes, de forma que el cuadro de mandos desde donde se regula un sector de regadíos, esté presidido por los elementos informáticos que permitan su control y manejo.
PLAN NACIONAL DE REGADÍOS
Profundizando en el tema del Plan Nacional de Regadíos, ha anunciado que la consolidación actual de regadíos es de 1.134.891 hectáreas, actuándose en estos momentos sobre 1.079.870 hectáreas, lo que implica que la actuación programada es de 95,15 por ciento, con una inversión de 3.056 millones de euros, y una ejecución de 1.076 millones de euros, lo que implica el 35,22 por ciento de la superficie programada.
En relación con la superficie prevista de nuevos regadíos, el Secretario General ha manifestado que se mantendrán los objetivos en una primera fase, para después incrementarlos en una segunda. En este sentido se está trabajando para desbloquear con rapidez todos los problemas existentes, como en el caso de Monegros II en Aragón, o Genil – Cabra en Andalucía.
Por otra parte ha señalado que se mantienen al ritmo previsto las inversiones en la transformación de las zonas regables de Chanza y de Centro de Extremadura. Por tanto, se mantienen las 138.000 hectáreas de nuevos regadíos en ejecución programados, las 86.000 hectáreas de previstas de regadíos sociales, y las 18.000 de regadíos privados.
También se mantienen las respectivas inversiones previstas en término global, con 1.136.567.982 euros para regadíos en ejecución, 681.908.331 euros para los regadíos sociales, 123.808.492 euros para los regadíos privados y 25.699.278 euros para los regadíos de apoyo.
Aunque se está actuando sobre todo el territorio nacional a la vez, Fernando Moraleda ha resaltado que se tiene particular sensibilidad respecto al arco mediterráneo, y prueba de ello es el alto grado de ejecución que se está manteniendo e impulsando en todas las inversiones de la cuenca.
Tras este análisis sobre el desarrollo de los regadíos, Moraleda ha señalado que, para llevar a cabo la política sobre regadío, será necesario contar estrechamente, no sólo con las Comunidades Autónomas, sino también con otros elementos básicos como el movimiento cooperativo y las Organizaciones Profesionales Agrarias, así como con las Comunidades de Regantes, destacando de éstas últimas el hecho de que 2.429 Comunidades estén implicadas en el Plan Nacional de Regadíos.
Igualmente ha destacado la importancia de las SEIASAS y la Empresa pública TRAGSA en la puesta en marcha de los procesos de transformación. En este sentido ha asegurado que los Presidentes de las SEIASAS tienen ya instrucciones de acelerar al máximo posible las obras y de establecer el mejor de los climas de colaboración, tanto con las autoridades autonómicas como con las Comunidades de Regantes.
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