Las tendencias de los mercados apuntan hacia una recuperación de los precios y sin embargo García Baquero sigue boicoteando al mercado y poniendo en una situación extrema a las explotaciones familiares de caprino de leche españolas, tan importantes desde el punto de vista económico, social, medioambiental y territorial en amplias zonas rurales de nuestro país, zonas carentes totalmente de alternativas al caprino.
El abandono de las rutas de recogida de leche de cabra por parte de la industria francesa desencadenó a finales del año pasado el hundimiento de los precios percibidos por los productores españoles, y marcó su tendencia bajista a lo largo del último año. El compromiso de la industria de recoger todo el producto se ha cumplido, pero a costa de que los precios de liquidación resulten ruinosos para los productores.
Desde entonces, los ganaderos de caprino de leche llevan sufriendo una situación de profunda crisis que ha provocado el cierre de un buen número de explotaciones, la reducción de la cabaña ganadera y la venta de la leche por debajo de costes de producción. Por otro lado, el importante incremento del coste de las materias primas experimentado a partir del verano (8 céntimos de euro/Kg. de pienso) y su repercusión en el precio de los piensos, no ha hecho sino añadir más dificultades a una realidad ya insostenible.
La gravedad de la situación y la acumulación de pérdidas, que en los últimos 13 meses ascienden a cerca de 60 millones de euros, han provocado que se intensifiquen las presiones que se están ejerciendo desde UPA a la industria.
UPA considera que la evolución actual del mercado permite a las industrias elevar los precios que paga a los ganaderos por la leche, dada la cantidad producida y la calidad de la misma. Esta recuperación en el mercado en origen podría estar produciéndose si no fuera porque dos industrias, García Baquero y Forlactaria-Lactalis, están presionando los precios a la baja impidiendo la recuperación normal del mercado. Hay industrias que están pagando mejor a los ganaderos, pero la influencia de las dos industrias mencionadas resulta determinante dado el gran volumen de leche que comercializan.
En los distintos contactos que UPA ha mantenido con la industria, el mensaje recibido ha sido el de ausencia de un compromiso firme de colaboración para acabar con las distorsiones del mercado que provoca su política de presión de precios a la baja, impidiendo la ordenación eficiente del sector lácteo, la remuneración justa en base a la cantidad y calidad producida y la lucha contra la estacionalidad en las producciones. UPA considera que llegado a este punto, es necesario iniciar un plan de movilizaciones para llamar la atención de forma contundente sobre la crisis a la que ha sido arrastrado el sector productor.
Se va a dar un primer aviso a la industria en forma de movilizaciones, ya que hay muchas explotaciones ganaderas con un futuro incierto y con un fuerte riesgo de desaparecer. Se empezará convocando concentraciones en los centros de las dos principales industrias que están hundiendo el mercado. La primera tendrá lugar hoy en la central de García Baquero en Alcázar de San Juan (Ciudad Real) y la segunda frente a la central de Forlactaria-Lactalis el 10 de diciembre en Antequera (Málaga).
Una vez realizadas las movilizaciones, y si no se consigue ningún avance, UPA comenzará una campaña de información a los consumidores en los centros comerciales.
INFORMACIÓN RELEVANTE DEL SECTOR DE CAPRINO DE LECHE
La leche de cabra representa el 10,7% de la producción lechera total española y aporta el 2,2% a la renta total ganadera.
El censo total de caprino en España asciende a 2.933.000 cabezas (datos a diciembre de 2009), de las cuales, aproximadamente el 76% corresponde a reproductoras. Estas cifras indican un descenso del censo del 1% respecto de 2008 y del 7% respecto de 2003.
Las producciones de caprino se distribuyen principalmente entre las comunidades de Andalucía (36,3% del censo), Castilla la Mancha (13,3%), Canarias (12,4%), Extremadura (10,2%), Castilla y León (6,7%) y Murcia (6,4%). Hay que señalar que la cabaña de caprino en nuestro país es fundamentalmente de aptitud lechera, estimándose la producción media anual en unos 490.000 millones de litros.
El número de explotaciones existentes en 2009 era de 74.316. Si comparamos con los datos disponibles a 1 de enero de 2010 podemos constatar la desaparición de 3.165 explotaciones en menos de un año.
Muchas de las explotaciones de caprino de leche se encuentran situadas en zonas de montaña y zonas desfavorecidas, con escasas alternativas agrícolas o ganaderas. Por tanto, la desaparición de las explotaciones provoca la destrucción de un tejido social y productivo que, una vez desaparecido, es difícil de recuperar.
El Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino publicó, en junio de 2010, un “Plan de Acción para el Caprino de Leche” que ha sido valorado de forma positiva por UPA, pero sobre el que reclamamos que empiece a mostrar resultados concretos.
Upa