Para ello se han establecido cinco zonas (Altiplano, Noroeste, Vega Media-Centro, Lorca y costa) con el objetivo de obtener 30 muestras en cada una de ellas, aprovechando la temporada cinegética. Dichas muestras serán remitidas a la Consejería de Agricultura y Agua para su posterior análisis en el Laboratorio Nacional de Referencia de Algete.
El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, señaló que los programas de vigilancia sanitaria “se utilizan para detectar la presencia de distintas enfermedades en la fauna silvestre, entre las que se encuentran enfermedades no zoonóticas que afectan a los suidos, tanto silvestres como domésticos, es decir, cerdos y jabalíes”.
Fernández explicó que “estas enfermedades, entre las que se encuentran la peste porcina clásica, la peste porcina africana, la enfermedad vesicular porcina y la enfermedad de Aujeszky, están sometidas a controles oficiales y su detección es de declaración obligatoria para la autoridad sanitaria animal, a escala autonómica, nacional o comunitaria”.
Apuntó asimismo que dichas enfermedades “están prácticamente controladas en el ganado doméstico, y que en caso de propagarse pueden causar importantes daños económicos en el sector”. No obstante, advirtió, “las especies silvestre, en este caso el jabalí, pueden actuar como reservorio de estas enfermedades”.
La Consejería de Agricultura y Agua desarrolla desde 2006 un programa de muestreo y análisis de muestras serológicas en jabalí a pequeña escala, que ha servido de base para diseñar el actual Programa.
CARM