El consejero de Agricultura asegura que el Mar Menor ha sido víctima este verano de una campaña de desprestigio para espantar al turismo
La media de captura de medusas en el Mar Menor ha disminuido con respecto a otras campañas. Así lo explicó el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, durante el tradicional balance veraniego de la campaña de capturas y control de medusas que realiza su departamento. En concreto, en este temporada se han recogido 31,4 toneladas al día, lo que supone una gran disminución con respecto a campañas anteriores en las que la captura rondaba las 100 toneladas diarias. (Ver cuadros del final)
El responsable de Agricultura añadió que, hasta el momento, en las dos primeras semanas de pesca se han retirado un total de 283 toneladas de medusas, de las que el 99% corresponden a la variedad conocida como “huevo frito”, que no es urticante, y un 1% a la especie Rhizostoma Pulmo, que sí lo es. Cerdá aclaró que este año la pesca de medusas se inició en agosto porque “la presencia de las mismas en las costas era muy baja”, aunque criticó “la campaña de desprestigio” que ha su juicio ha sufrido la laguna salada, y “las miles de familias que dependen del turismo a su alrededor”. “El Mar Menor goza de buena salud, y todo lo demás se hace para espantar al turismo”, apostilló.
Según explicó el consejero en la rueda de prensa posterior, durante esta campaña se han contratado seis parejas de barcos, que recogen los ejemplares mediante redes de arrastre pelágico. El presupuesto ha sido de 218.799 euros.
Asesoramiento a otras zonas de España
El consejero subrayó que, hasta hace poco, “el problema de exceso de celentéreos en las zonas de baño era prácticamente exclusivo del Mar Menor y que hoy ya empieza a ser noticia en el Mediterráneo y en otros puntos de la geografía española”, por lo que “la Consejería de Agricultura y Agua está recibiendo numerosas peticiones de información de otras zonas de España acerca de cómo controlar la proliferación de medusas y minimizar sus efectos sobre los bañistas”.
El seguimiento realizado conjuntamente por el Centro de Recursos Marinos de la Consejería y el Centro Oceanográfico de Murcia permite concluir que el número de ejemplares de las dos especies estivales (Cotylorhiza Tuberculata, la conocida como “huevo frito” y Rhizostoma Pulmo, “blanca”) ha ido disminuyendo desde el año 2000, gracias a las actuaciones en el control de los adultos, para evitar su reproducción, y reclutamiento de los mismos, así como otras factores como la temperatura del mar, cambios en los nutrientes o irradiación solar. Asimismo, la maduración de los ejemplares se ha ido retrasando paulatinamente de finales de mayo a finales de junio, y por tanto, la recogida se ha ido retrasando desde mitad de julio a principios de agosto (este año se inició la captura el 7 de agosto)
El consejero informó también de que este año la puesta de redes, que se inició el pasado 1 de junio, ha contado con un presupuesto de 609.831 euros y que éstas permanecerán hasta el 15 de septiembre, aunque en algunas zonas concretas se quedarán hasta el 12 de octubre. El responsable regional considera que “las redes son un método de control que permite un baño placentero y seguro, ya que en estas zonas está prohibida la navegación, con lo cual se evitan muchos accidentes y, por supuesto, no hay medusas, salvo que alguna se cuele por rotura, provocada generalmente por embarcaciones que no respetan las zonas de baño y que, ocasionan una media de 12 roturas diarias”. Los paños de red miden 43 kilómetros lineales y se sustituyen periódicamente para evitar la proliferación de algas. En su mayor parte están elaboradas con plástico, y no nylon, lo que dificulta la fijación de flora y fauna.
El consejero volvió a denunciar, por último, que las redes continúan siendo objeto de robo y vandalismo, con más incidencia en las playas de Los Urrutias, Los Nietos y Los Alcázares.
CARM