De esta manera, estos dos nuevos partos se unen a los 17 registrados hasta la fecha, de los que nacieron 40 cachorros, según los datos del Programa de Conservación Ex-Situ del Lince Ibérico, recogidos por Europa Press. Así, el día 2 de julio, Caña, hembra emparejada con Flecha, ambos procedentes de la población de Sierra Morena y que no quedó gestante en su primer celo, alumbró tres cachorros habiendo quedado gestante tras las cópulas que se produjeron en un segundo celo.
Unas horas después, Espina, hembra procedente de la población en libertad de Doñana que había copulado en un celo tardío con Candiles, macho procedente de la población de Sierra Morena, dio a luz dos cachorros. Ambas hembras son primerizas, y esto, unido a las altas temperaturas acaecidas durante esos días propició el abandono inmediato de sus cachorros por parte de Espina.
De la misma forma, según explica, Caña abandonó desde el primer momento uno de los cachorros que a través de la videovigilancia se detectó más débil. A lo largo de la siguiente semana Caña fue disminuyendo su producción de leche y abandonando progresivamente a sus otros dos cachorros, iniciándose de esta manera la cría artificial de los cinco cachorros.
En este sentido, lamenta que los dos cachorros de Espina y el primer ejemplar abandonado por Caña han muerto sucesivamente tras «elevados» esfuerzos por salvarlos en los tres casos. Actualmente, el Programa de Cría se encuentra a la espera de recibir los informes de las necropsias de los ejemplares fallecidos realizadas en el Centro de Análisis y Diagnóstico de la Junta de Andalucía.
Los otros dos cachorros de Caña, en este caso dos hembras, siguen siendo criados artificialmente en el Centro de La Olivilla y han superado las dos semanas de vida, según señala la web del Programa de Conservación.
Europa Press