En concreto, durante 2002, los tres tipos de cordero comercializados mayoritariamente en Navarra marcaron los siguientes precios medios: 3,11 euros/kilogramo (31,10 euros/cordero) en el lechal de raza lacha; 4,14 euros/kilogramo (45,54 euros/cordero) en el lechal de raza navarra, y 2,60 euros/kilogramo (59,80 euros/cordero) en el ternasco.
El lechal de raza lacha se comportó el año pasado de forma desigual a causa de que la producción es muy estacional. De hecho, las ventas tuvieron lugar principalmente en el primer cuatrimestre del año y en el último mes.
El ternasco comenzó los dos primeros meses del año manteniendo unos precios razonables para esta época, que posteriormente fueron descendiendo hasta llegar a los precios mínimos a finales de abril y primeros de mayo. En julio, los precios volvieron a remontar, hasta llegar al máximo en diciembre.
El Lechal de raza navarra se comportó de manera muy parecida al ternasco, con un precio mínimo a final de abril y un incremento en julio. El precio máximo se alcanzó a final de octubre y primeros de noviembre.
Por otra parte, el ITGG señala que durante los últimos cuatro años no se ha modificado el precio de la leche de ovino. Durante la campaña de 2002 se volvió a pagar la leche de oveja en función del extracto quesero (es decir, porcentaje de grasa más proteína que contiene un litro de leche). Por cada tanto por ciento de grasa más proteína que contiene el litro de leche, el productor percibió entre 10,5 y 11 pts., dependiendo de la calidad higiénica del producto entregado.
Recomendaciones sobre el pastoreo en pradera
En el citado boletín informativo, el ITGG recuerda que no es conveniente iniciar el pastoreo cuando la planta es pequeña (menos de 15 cms). Hay momentos en los que es necesario no pastorear para que descanse la pradera y se recupere la hierba. Además, resulta desaconsejable el pastoreo con exceso de humedad.
A todo ello hay que añadir que en las zonas donde se ha podido hacer un segundo aporte de nitrógeno, el primer pastoreo debe ser rápido y continuo hasta terminar la parcela, para poderla abonar seguidamente. Así, se favorece un rebrote más homogéneo.
ITTG