NAVARRA: El consejero Echarte presenta una jornada balance sobre la campaña cerealista 2005-2006

El consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Javier Echarte Echarte, ha abierto una jornada balance sobre la campaña cerealista 2005-2006, organizada por el Instituto Técnico y de Gestión Agrícola (ITG-A), y que se ha desarrollado en la sede de EVENA en Olite.


Según se ha expuesto a lo largo de las tres ponencias de las que ha constado la jornada, esta campaña ha estado marcada por una climatología favorable para los cereales, con la excepción de la habitual sequía del sur de Navarra. En general, el cereal ha sabido administrar bien los limitados recursos de lluvia de los que ha dispuesto en esta campaña, para llegar hasta la maduración y ofrecer una cosecha aceptable, excepto la habitual de los secanos áridos del sur de Navarra. Así, en los secanos frescos se registraron altas temperaturas durante el llenado del grano, en la Zona Media el clima ha sido favorable a lo largo del ciclo, mientras que en la Ribera, de nuevo la sequía ha sido la nota predominante.

En concreto, octubre y noviembre fueron meses más lluviosos que lo habitual en todas las zonas de Navarra, lo que facilitó la buena siembra y nascencia de los cereales. No se puede decir lo mismo de las colzas, para las que las primeras lluvias de mediados de octubre llegaron demasiado tarde y de nuevo hubo problemas de implantación con este cultivo.

A partir de diciembre y hasta finales de febrero, las lluvias han sido más escasas, pero oportunas. También fue un periodo frío, con frecuentes heladas, especialmente a finales de diciembre y enero, y durante todo el mes de febrero. Ello hizo que todos los cultivos adquirieran un retraso vegetativo muy importante este año al final del invierno.

Sin embargo, desde marzo hasta el final de la campaña, las temperaturas han sido más altas de lo habitual, por lo que se puede decir que ha sido un periodo de entre los cinco más cálidos en los últimos 25 años. Eso ha hecho que al final la recolección, a pesar del retraso a la salida del invierno, incluso se adelantara en la cosecha a las fechas habituales de otros años, especialmente en los secanos frescos del norte de Navarra.

Las lluvias en primavera llegaron sobre todo hacia el 20 de abril, favoreciendo especialmente al cultivo de la cebada de la Zona Media, mientras que los trigos tuvieron que madurar en un mes de mayo y primera quincena de junio, secos y calurosos.

Producciones

En su conjunto, la campaña 2005-2006 se cierra provisionalmente con una cosecha de 755 mil t de cereales en Navarra, un 3% inferior a la del año anterior.

Las producciones han sido buenas, similares a las del año anterior en cebada, y ligeramente inferiores en trigo blando (6%), aunque cabe indicar que las superficies sembradas de cereales disminuyeron en siete mil hectáreas, especialmente en trigo blando en secano.

También esta campaña, al igual que la anterior, ha sido mala para la colza, que continúa con dificultades para hacerse un lugar entre nuestros cultivos. La razón estriba en los problemas de nascencia e implantación y algunas plagas.

En cuanto a las leguminosas, no ha sido un buen año, aunque tanto el guisante como las habas van encontrando su espacio. A pesar de todo, los rendimientos han sido algo superiores a los del año pasado.

En cereales, sólo el trigo duro de secano del sur de Navarra ha visto su productividad muy reducida, sin alcanzar una tonelada por hectárea (70% del año anterior).

Los rendimientos medios de la cebada, en torno a 4 t/ha y del trigo blando, en torno a 5 t/ha han sido muy buenos, similares a los del año anterior (el trigo blando un 6% menos que en 2005).

También la avena continúa siendo un cultivo interesante por su productividad, similar a la del año anterior y próxima a las 5 t/ha de media en el secano de Navarra. Las diferencias de calidad entre unas y otras zonas de Navarra se deben a las altas temperaturas del final del ciclo.

En cuanto a pesos específicos, las cebadas de Navarra Media han tenido aceptables pesos específicos y buenos calibres. También las proteínas han sido bajas, lo que facilitará su utilización por la industria maltera, en el caso de que se trate de variedades para ese destino. Sin embargo, las cebadas más tardías, las de los secanos frescos, han tenido que soportar altas temperaturas al final del ciclo, viendo su peso específico algo disminuido en algunos casos.

En trigos blandos, tanto los pesos específicos como las proteínas han sido inferiores a los del año anterior, por el mismo motivo (golpe de calor), aunque se encuentra una gran variabilidad entre variedades y zonas. La calidad harinera de los trigos blandos cosechados va a estar muy condicionada por la tasa de proteína, aunque la relación de la extensibilidad con la proteína es favorable este año. Para obtener trigos extensibles (superiores a valores de 120 de L) se necesitan lotes con más del 12 % de proteína.

GOBIERNO NAVARRA

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