El Parlamento se pronunciará en primera lectura sobre la propuesta que establece el Programa Comunitario de Acción en materia de Medio Ambiente para 2001-2010. Riitta MYLLER (PSE, FIN) propondrá al pleno numerosas enmiendas de cara a asignar objetivos específicos al programa y fijar un calendario preciso para su cumplimiento. Aunque hace suyas las cuatro prioridades identificadas por la Comisión: cambio climático, biodiversidad, medio ambiente y gestión de recursos naturales y de residuos, presenta nada menos que 250 enmiendas para hacer el Programa más «estratégico», con el establecimiento de programas temáticos obligatorios y objetivos a largo plazo. Igualmente, considera que este Programa ha de constituir el pilar ecológico de la estrategia comunitaria para un desarrollo sostenible, que debe ser aprobada a los largo de la cumbre de Gotemburgo en junio.
La ponente estima que el programa «Medio Ambiente 2010: nuestro futuro, nuestra elección» debe prestar más atención a la ampliación, que tendrá lugar durante el periodo cubierto por el programa. Una de las enmiendas propone incluir a los países candidatos en la Red Natura 2000 para la conservación de la naturaleza.
Otras enmiendas comprometen a la Unión a liderar la política internacional en materia de medio ambiente, defienden la ratificación del protocolo de Kioto sobre el cambio climático antes de 2002, y exigen la asignación de créditos suplementarios a los países del Tercer mundo a fin de que puedan poner en marcha programas de desarrollo sostenible y proteger las «zonas sensibles» de sus territorios.
La comisión de Medio opina que la política agrícola común revisada en 2003 debe hacer hincapié en el desarrollo rural y en métodos agrícolas ecológicamente responsables, y que la industria agroalimentaria debe garantizar productos de calidad y mejorar el etiquetado y trazabilidad de los organismos modificados geneticamente.
En su opinión, es preciso mejorar la aplicación de la legislación medioambiental por la vía de sancionar a los Estados miembros incumplidores y la puesta en marcha de una política destinada a asegurar la aplicación efectiva de la legislación. Insta a asociar a las comunidades locales y al mundo industrial con la política de medio ambiente, así como a elaborar medidas que lleven al consumidor a cambiar sus hábitos.
Además, la ponente propone para antes de 2005, un label «energía verde»; zonas verdes transfronterizas; una estrategia medioambiental para zonas urbanas; desarrollo del transporte público; valores límites estrictos en materia de contaminación acústica, atmosférica y acuática; acciones para luchar contra la contaminación electromagnética y el vertido de residuos al mar; y medidas destinadas a reducir los atentados al medio ambiente imputables al turismo.
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