Según la Dra. Susana Vilchez (Contratada Ramón y Cajal), la Mosca de la Fruta del Mediterráneo tiene especial relevancia económica en los países mediterráneos, entre ellos España. Dada la habilidad de C. capitata de tolerar climas más fríos que el resto de las especies de moscas y su amplio espectro de plantas hospedadoras, hace que C. capitata sea considerada como una de las especies más importantes desde el punto de vista económico.
Esta plaga ataca a más de 260 especies de frutas, flores o frutos secos de valor agroalimentario y se calcula que ocasiona pérdidas valoradas en cientos de millones de dólares anuales en los países en los que se encuentra establecida.
Alternativa biológica
Los insecticidas químicos como el malatión han sido usados tradicionalmente, pero no son efectivos para el control de C. capitata. Además su uso presenta una serie de inconvenientes tales como la contaminación del medioambiente, peligrosidad para el personal que lo aplica, necesidad de periodos de seguridad antes de la comercialización de la fruta, fenómenos de resistencia de insectos, etc.
El hecho de que la legislación europea sea cada vez más estricta en cuanto al uso de insecticidas químicos -el uso del malatión está prohibido desde Junio de 2007-, hace que la alternativa del control biológico esté tomando protagonismo y constituya un nuevo campo de explotación.
En este sentido, los resultados obtenidos por los científicos granadinos son prometedores, pues no existe en el mercado ningún bioinsecticida basado en bacterias activo frente a esta plaga. A esto hay que sumar que se trata de una técnica nueva para el control de La Mosca de la Fruta del Mediterráneo, respetuosa con el medio ambiente, no tóxica, fácil de producir, y que puede suministrarse por métodos convencionales.
Los investigadores aseguran que el desarrollo de un producto comercial basado en esta bacteria significará un gran avance para el sector agrícola.
Universidad de Granada