Los países que forman parte de NAFO son Canadá, Noruega, Islandia, Rusia, los Estados Unidos y la Unión Europea.
El acuerdo adoptado tiene como objetivo activar la Resolución de la Asamblea General de la Naciones Unidas adoptada en 2006, que exigía actuaciones urgentes para los corales de profundidad y otros ecosistemas que se ven seriamente afectados por la pesca de arrastre.
En su resolución, las Naciones Unidas habían hecho un llamamiento a NAFO y otras organizaciones regionales de regulación pesquera para que pusieran en marcha medidas de conservación antes de diciembre de 2008.
Oceana y otras organizaciones conservacionistas se habían dirigido a los gobiernos de los países miembros de NAFO para recordarles la resolución de las Naciones Unidas y pedirles que sus delegados en la reunión apoyasen las medidas para hacer efectiva esta decisión.
En el caso de España, Oceana remitió la semana pasada una carta a la Ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, reclamándole que a partir de ahora este país dejase de obstaculizar la adopción de medidas de conservación marina, y que los delegados españoles en las convenciones internacionales no siguieran actuando simplemente como portavoces de los grandes armadores pesqueros.
“La posición de la Unión Europea en la reunión de Montreal nos hace pensar que España no ha estado trabajando para influir negativamente en la adopción de la postura colectiva de la delegación comunitaria, como era frecuente en el pasado”, ha manifestado Xavier Pastor, Director europeo de Oceana. “Esperamos que se trate de una primera muestra de un cambio de actitud del gobierno español en temas pesqueros, tras la unificación de los ministerios de Medio Ambiente y Agricultura y Pesca”.
NAFO ha acordado que cualquier actividad de pesca de arrastre en alta mar deberá someterse a un estudio de impacto ambiental antes de que acabe este año, y que deberá cerrarse cualquier pesquería que produzca daños a los corales, a la esponjas o a cualquier otra especie de profundidad. En su resolución, NAFO ha establecido un apretado calendario para que en los próximos meses se completen los estudios de impacto ambiental necesarios, y para que se empiecen a identificar aquellas áreas de alta mar que requieran protección. En ellos quedará prohibida la actividad de los barcos de arrastre.
Oceana y el resto de organizaciones que se agrupan en la Coalición para la Conservación de los Fondos Marinos (DSCC en inglés) han mostrado su satisfacción por la decisión de NAFO de implementar la mayor parte de las medidas acordadas por la Asamblea General de la ONU. El Atlántico Noroccidental es la zona del mundo en donde pesca el mayor número de barcos de arrastre de gran profundidad. Los corales de aguas frías, las esponjas y otros hábitats de aguas profundas cubren una buena parte de los fondos de esas aguas internacionales. En un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2004, la pesca de arrastre de fondo fue identificada como la amenaza más importante a los ecosistemas de profundidad. Las organizaciones conservacionistas consideran que esta decisión de NAFO puede ser el primer paso hacia la protección de los fondos marinos contra la pesca de arrastre en todo el Atlántico Norte.
OCEANA