Oceana, a bordo del catamarán Oceana Ranger, ha documentado durante los últimos dos meses la actividad en alta mar de una flota de 67 embarcaciones en el Mediterráneo francés que faenan con las redes de deriva o thonaille. Esta labor ha sido completada con la presencia de observadores en los puertos franceses del Mediterráneo que han podido comprobar la presencia de embarcaciones en puerto, las descargas en puertos deportivos de las capturas ilegales de esta flota, así como la venta de una fracción de las mismas en mercados locales.
Durante las observaciones efectuadas en alta mar el Oceana Ranger fue atacado por una flotilla de 7 rederos que enredaron deliberadamente las hélices del catamarán hasta que este tuvo que parar motores. El ataque finalizó con la intervención de dos helicópteros de la autoridad marítima en la zona.
Según ha declarado Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana para Europa: “La aprobación de este Reglamento es un reflejo de una verdadera intención por parte de la UE para eliminar el uso de este arte de pesca de la flota comunitaria”, añadiendo: “El Gobierno francés continúa protegiendo este arte de pesca, pero a partir de ahora tiene la obligación de aplicar este nuevo reglamento y declarar la thonaille ilegal”.
Los pescadores implicados en el uso de este arte ilegal persiguen una derogación no sólo para este arte de pesca en sí sino también para la talla mínima del atún rojo, alegando que la pesca con redes de deriva por la flota francesa del Mediterráneo es una pesca artesanal y ancestral.
Oceana tiene pruebas, fruto de las investigaciones llevadas a cabo el pasado mes, de que no se trata de una pesca ancestral, un 25% de los rederos de deriva encontrados entraron en servicio después de la prohibición del uso de redes de deriva por la UE. Tampoco se trata de una pesca artesanal, las potencias de motor u otras características de muchas de estas embarcaciones les permiten faenar a más de 20 millas de costa. Por otra parte, estas embarcaciones no se dedican en exclusividad a este arte de pesca ilegal, su polivalencia les permite faenar con otros artes de enmalle o con palangre, por lo tanto ningún argumento socioeconómico justifica una derogación para esta red de deriva ilegal. Además, los propios pescadores que utilizan la thonaille admiten que el tamaño medio del atún rojo capturado es únicamente de 21 kg, bastante inferior a las tallas mínimas de desembarco, lo que contradice la postura que mantienen de que se trata de una pesca sostenible.
Finalmente, la Comisión ha decidido esta semana continuar el proceso de infracción contra Francia. Xavier Pastor indica: “Francia se puede enfrentar a duras sanciones por incumplimiento durante 5 años de la prohibición comunitaria del uso de redes de deriva”.
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