Las redes deriva están prohibidas desde 2002 por la Unión Europea y desde 2003 en todo el Mediterráneo por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), según informó Oceana en un comunicado.
En el caso de la Unión Europea, fueron empleados cientos de millones de euros en la reconversión de una importante flota que perseguía especies como el pez espada y el atún blanco en varios Estados Miembro, y en el caso de Italia, más de 120 millones de euros de fondos comunitarios e italianos se invirtieron entre 1997 y 2002 en reconvertir o desmantelar una flota que contaba con unos 700 barcos.
Por otra parte, la organización recordó que mañana la Corte Europea de Justicia juzgará el caso de la Comisión contra Italia por la ausencia de control en lo que concierne a las redes de deriva. De momento Italia ya ha visto obligada devolver 7,7 millones de euros por el fraude en las subvenciones para la reconversión de las redes de deriva.
«Italia debe recibir una advertencia clara y contundente sobre este particular, la identificación reiterada de las mismas embarcaciones año tras año indica claramente queno está cumpliendo con sus obligaciones de control, subrayó el director ejecutivo de Oceana en Europa, Xavier Pastor.
Europa Press