El Ministerio italiano de Política Agrícola y Forestal publicaba ayer un decreto ambiguo por el que se eliminarían los límites de distancia a costa para el uso de las redes de deriva conocidas como ferrettaras. Estas redes, teóricamente utilizadas para la captura de pequeños pelágicos (sardinas, anchoas, etc.), tienen autorizada para su uso a 10 millas de la costa una luz de malla de 18 cm, por lo que capturan especies prohibidas como pez espada y túnidos. De este modo, los pescadores italianos han estado utilizando licencias para la ferrettara para continuar pescando con redes de deriva ilegales, prohibidas por la Unión Europea desde 2002.
Oceana, la organización internacional de conservación marina, lleva varios años reclamando la anulación del decreto que autoriza el uso de la ferrettara. En la madrugada del 21 de mayo, observadores de Oceana volvían a documentar descargas ilegales de túnidos capturados con ferrettara por varias embarcaciones en el puerto de Porticello, próximo a Palermo, donde las licencias de ferrettara representan más de un 20% de la flota.
Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa, ha declarado: “El Gobierno italiano no sólo no aplica la normativa comunitaria, sino que además ha cedido a las presiones de la industria, yendo si cabe más lejos al institucionalizar la ilegalidad, a pesar de que actualmente está pendiente de sentencia un procedimiento de infracción presentado por la Comisión Europea contra Italia por el uso ilegal de este arte de pesca, y que podría suponer una multa de millones de euros para este país”.
La nueva modificación del decreto implicaría que embarcaciones de más de 15 metros de eslora que utilizan ferrettara pudieran desplazarse, con total impunidad y en contra de la prohibición comunitaria, a caladeros lejanos de pez espada como el Canal de Sicilia o el mar Jónico.
Xavier Pastor ha concluido: “Sencillamente, este decreto implica la reintroducción en la legislación italiana de las redes de deriva, siete años después de la entrada en vigor de la prohibición comunitaria. La Comisión Europea ha de actuar al respecto de forma inmediata”.
OCEANA